Medio centenar de trabajadores de la mina de Villar Mir se concentran en A Coruña para reclamar un nuevo trazado del AVE

Medio centenar de trabajadores de las empresas Ramsa y Ferroatlántica de Sabón y Cee, que dependen de la explotación de la mina de cuarzo de Serrabal, propiedad del empresario Juan Miguel Villar Mir, se concentraron ante la delegación del Gobierno en Galicia, con sede en A Coruña, para exigir al Ministerio de Fomento un cambio en el trazado del Tren de Alta Velocidad entre Vedra y Boqueixón para que el proyecto no afecte al yacimiento. Los empleados entienden que sólo de esta forma se puede garantizar la continuidad de la mina y el futuro, por tanto, de los 600 trabajadores de las empresas Ramsa y Ferroatlántica. A su juicio, si se mantiene el trazado previsto inicialmente la mina tendrá una inminente fecha de caducidad. Las obras en el tramo están paralizadas desde marzo de 2004 por este conflicto. El Ministerio de Fomento alcanzó un acuerdo con Villar Mir para no modificar el trayecto previsto y, al mismo tiempo, permitir el desarrollo de la explotación. Según este principio de acuerdo, la Xunta facilitaría el aumento del ritmo de extracción del cuarzo, que se mantendría hasta el inicio de las obras, y la ampliación de los trabajos al sureste, en el extremo opuesto a la zona por la que circulará el tren. Además, Fomento compensaría económicamente al empresario. Los empleados sostienen, sin embargo, que la nueva área de trabajo sólo tiene reservas para menos de medio año y que la actual quedará cerrada por el paso de la vía del llamado AVE gallego. "Se non existe esa afección -señaló Anxo Noceda, portavoz de los trabajadores- Fomento terá que explicar por que se está falando de indemnización; se non hai afeccción, non ten sentido falar de indemnización". Las empresas adjudicatarias del proyecto, Dragados y Tecsa, tienen previsto iniciar los trabajos a principios del próximo mes de septiembre si finalmente se firma el acuerdo entre el Ministerio de Fomento y Juan Miguel Villar Mir.