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Conchi Basilio
Cartas al Director

Más de cinco mil personas luchan contra los más de cien incendios que amenazan A Coruña y Pontevedra

El conselleiro de Medio Rural asegura que la "situación se estabiliza" pese a la gravedad

08-08-2006

Más de 5.000 personas trabajan en la lucha contra los incendios forestales en Galicia, donde un día más de cien incendios obligaron a mantener el nivel 2 de alerta en las provincias de Pontevedra y A Coruña. En las próximas horas se incorporarán a las tareas de vigilancia y extinción más de 100 guardias civiles y hasta 190 patrullas del Ejército. El fuego mantiene su amenaza sobre Galicia a causa del fuerte viento del nordeste que sigue presente en la comunidad. Aunque las autoridades públicas manifestaron su confianza en que el peligro vaya remitiendo, la verdad es que el número de incendios apenas se ha reducido. Frente a los 138 incendios que se registraron el lunes, los datos del último parte de la Consellería de Medio Rural refleja 127. Pese al ingente trabajo que están realizando las brigadas contraincendios, 82 de ellos siguen ardiendo sin control, mientras el resto han podido ser delimitados pero siguen activos. La provincia más afectada continua siendo la de Pontevedra, con 31 fuegos activos y 28 controlados, y A Coruña, donde el número de incendios que aún escapan al control de las brigadas son 20, y 11 controlados. Ourense es la tercera provincia en este trágico ránking, con 23 incendios activos y cinco controlados, mientras Lugo registra 8 fuegos activos y uno bajo control. En Pontevedra, la situación es crítica ya en la propia capital, aunque las localidades más amenazadas durante el día fueron Meis, Verducido, Soutomaior, Cotobade y Pazos de Borbén, donde tuvo que ser desalojado el convento de San Vicente de Trasmañó. A estos municipios cercados por el fuego, se suman Ponte Caldelas y Vilalba, afectadas por el incendio que se extendió desde Soutomaior. En el concello de Pontevedra se vivieron horas de gran tensión, sobre todo en la zonas de Bora y Marcón. La extensión del fuego en esta parroquias obligó a cortar la carretera de unión entre las mismas durante dos horas en el mediodía de hoy, mientras los vecinos formaban cadenas humanas para luchar contra el fuego. Los bienes de las empresas también corrieron grave peligro, ya que el polígono industrial de O Campiño en Pontevedra quedó rodeado por el fuego, aunque por el momento el incendio no llegó a afectar a las industrias. En A Coruña, las llamas amenazaron una gasolinera en la localidad de Pazos de Padrón, en el concello coruñés de Padrón, así como el polígono industrial de la localidad, que finalmente fueron salvados tras varias horas de trabajo. Sin embargo, el fuego quemó una vivienda y varios alpendres de la zona. Este municipio cercano a Santiago vivió la situación más dramática de la provincia de A Coruña, junto con Rois, aunque también se están sufriendo situaciones de tensión en Rianxo, Porto do Son y Melide. En total, más de 30 focos permanecen activos en la provincia. En Padrón ardieron cinco camiones de la empresa Tabigosa, mientras que en Rianxo el fuego se reavivó y se quemó un galpón, en el lugar de Cabañas. Al otro lado de la carretera nacional entre Pontevedra y Santiago, el concello de Rois arde sin cesar, lo que dificultó la circulación por las carreteras a lo largo de todo el día y obligó a cortar la vía que une Santiago y Noia. Los incendios más importantes se sitúan en la parte alta del concello, próximos a los parques eólicos, en sus límites con Lousame y Rianxo. Augas Santas, Leroño y Buxán fueron las parroquias más afectadas. El 70 por ciento de la masa arbórea del municipio ha sido arrasada estos días. La provincia de Ourense vio como se multiplican los incendios, pasando de los ocho que ayer que estaban sin control a 23 en las últimas horas de hoy, una jornada en la que el fuego alcanzó por primera vez nivel uno. El fuego llegó a afectar a la propia capital, donde se declaró un incendio entre la estación de autobuses y las torres del pino y hubo que desalojar una mujer. Por lo que se refiere al resto de la provincia, el de mayor magnitud fue el de la parroquia de Armeses, situada en el concello de Maside, que sigue activo desde el pasado domingo. En este municipio, además de Taboadela y Punxín se tuvieron que cercar viviendas y cortar el tráfico de vehículos e incluso trenes. En Carballiño, como resultado del incendio, un vecino de avanzada edad fue desalojado y el tráfico ferroviario tuvo que ser cortado durante unas horas, viéndose afectados cerca de mil viajeros. Lugo volvió a ser una jornada más la provincia menos maltratada por el fuego. El incendio más grave continúa siendo el de la localidad de Navia de Suarna, donde las llamas obligaron a cortar el tráfico de nuevo en la carretera provincial 3502, y Cospeito, que alcanzó el nivel uno de alerta. Otros incendios importantes se registran en Carballedo, y también se vieron afectadas por el fuego las localidaes de Vilalba, Becerreá y O Incio. Estabilización de la situación Por su parte, el conselleiro de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, aseguró en su comparecencia diaria que la ola de incendios afecta a "moitos miles de hectáreas" aunque aún no existe una cifra precisa del número exacto. Aseguró contundemente que el impacto del fuego es "moi grave e serio", pero, en todo caso, dentro de lo preocupante "a situación se estabiliza" y espera que la gravedad "vaia remitindo" si el viento da una tregua. El conselleiro también informó de que la Xunta solicitó la presencia del Ejército para labores de protección en 70 concellos de Galicia, en las provincias de Pontevedra y A Coruña, las más afectadas. La comparecencia del titular de Medio Rural ante los medios de comunicación se produjo justo antes de la reunión que mantendrá la comisión de seguimiento de los incendios, en la que participarán el conselleiro de Presidencia, José Luis Méndez Romeu, y el delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, además del director de la Guardia Civil en la comunidad. Suárez Canal explicó que la "prioridade" sigue siendo la preservación de los bienes personales y los bienes inmuebles, en lo que está colaborando el Ejército, que se irá desplegando "paulatinamente" según las necesidades de los concellos para los que se ha solicitado. Además, los militares también se encargarán de "dificultar ao máximo a acción dos delicuentes e perseguilos" a través de acciones de patrullaje por diversas zonas. En este momento, están desplegados en Galicia "importantes medios", con 40 unidades aéreas, entre helicóteros, hidroaviones y aviones de carga y descarga, además de 500 brigadas de la comunidad y de otras regiones. El número de efectivos se completa con 150 personas venidas de otras autonomías, que incluye un grupo de bomberos de Madrid. También hay 45 unidades de maquinaria pesada, como bulldozers y palas.





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