El fuego obliga a desalojar dos urbanizaciones en Ames y supera por primera vez los 150 focos

Sexta jornada continuada de incendios en Galicia y el fuego sigue sin dar tregua. Los focos se multiplican interminablemente y aunque parece que los peores de días atrás van remitiendo, surgen otros nuevos. El viento tampoco está dispuesto a dar un respiro y se espera que continue el traicionero "nordés" al menos hasta el martes, sin precipitaciones. Un total de 93 incendios arden sin control en la comunidad, según la última información facilitada por la Consellería de Medio Rural. En total, son 158 fuegos los registrados en Galicia, de los que 65 han podido ser controlados. Una vez más, Pontevedra y A Coruña se llevan la peor parte, mientras que la gravedad se reduce en la provincia de Ourense y continúa siendo inferior en Lugo. En la provincia pontevedresa se registran más de la mitad de los incendios de la comunidad, un total de 83 de los que sólo 41 han podido ser controlados y el resto están activos sin control. La situación está algo mejor en A Coruña con 36 activos y 9 bajo control de los servicios contraincendios. Ambas provincias continuan en alerta dos, que supone la necesidad de medios estatales. En Ourense se mantienen ocho incendios ardiendo sin control y otros 10 controlados, mientras que en Lugo, las cifras son de siete y cinco respectivamente. La ciudad de Pontevedra volvió a estar cercada por varios incendios, entre los que destaca el de A Canicouva, en el que trabajan medios aéreos y terrestres, así como los de Verducido, Lérez y Campaño, aunque en ninguno de estos existía peligro para las personas. Según las estimaciones oficiales, 200 viviendas estuvieron amenazadas por el fuego a menos de 100 metros. El alcalde de la ciudad, Miguel Anxo Fernández Lores, auguraba hoy problemas con la disponibilidad de agua. El fuego también castiga a las localidades de Pontecesures, donde hubo que evacuar tres núcleos de población, y A Estrada, que se vió afectada por las llamas que llegaron desde Padrón. Los efectivos de Protección Civil tuvieron que emplearse a fondo para rescatar a los vecinos de las aldeas de Grobas y Fenteira, del concello de Pontecesures. En A Estrada, los vecinos huyeron del fuego y del humo y se refugiaron nunha "veiga de millo". Los medios aéreos tuvieron que vaciar sus depósitos para crear una vía de escape hacia Pontecesures. En tierra trabajaron los Bomberos del Deza y los agentes de la Guardia Civil, además de Protección Civil. El fuego dejó de amenazar las aldeas de Torroña y Lourenza, en el concello de Oia, pero continúa su camino hacia la costa y se acerca peligrosamente a las casas de Viladesuso. Mientras, los incendios arrasaron más de la mitad de la superficie arbolada del concello de Ponte Caldelas. Lo único que ha permitido ir sorteando los peligros es la colaboración de los vecinos que, organizados en brigadas, impiden que el fuego llegue a las casas. En esta localidad varios incendios se dirigen a Chaín, Parada, Cuñas y Xustáns. Una motobomba llegada de La Mancha, otra del concello y dos cisternas de una empresa fueron los medios con los que este municipio plantó cara al fuego. Los incendios sólo dieron un respiro en la localidad pontevedresa de Cotobade, afectada desde el viernes, así como a Meis, Poio, y Vilanova y Vilagarcía de Arousa, en la comarca de O Salnés. Desalojos Los desalojos de viviendas también han sido necesarios en A Coruña ante la amenaza de las llamas. En el concello de Ames se registra el mayor incendio de la provincia, allí el fuego amenazó dos urbanizaciones, la de Aldeanova y Ventosa, que tuvieron que ser desalojadas. Un gran fuego recorría toda la ladera que separa este concello del de Santiago y el mayor peligro era que las llamas llegaban a Bertamiráns. A última hora de la tarde, el fuego amenazaba una gasolinera cercana a esta zona y el incendio se situaba a dos kilómetros de la localidad. Al lugar se desplazó el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, para interesarse por la evolución del incendio. El alcalde de Ames apuntó que solicitaron refuerzos al regidor compostelano porque "non damos feito". En las proximidades de la capital gallega, los bomberos asistieron a una "xornada crítica", con incendios en el Polígono del Tambre, Villestro y Boqueixón. El otro fuego grave fue en la localidad de Louro, en el concello de Muros, donde los operarios trabajaron sin cesar para que el fuego no llegase a las casas. Sobre las cuatro de la tarde, algunas viviendas se encontraban en peligro por las llamas, muy cerca de una gasolinera. Esto obligó a cortar la carretera de Louro, donde el fuego quemó todo el monte. Muchos de los 250 turistas, que se alojaban ayer en el camping de San Francisco de Louro, se han marchado para no volver. El cámping A Cascada de Ribeira tuvo que ser desalojado también a última hora de esta tarde y los campistas fueron trasladados al polideportivo municipal. En Ourense se redujo a lo largo del día de hoy el impacto de los incendios, que ayer obligó a declarar la alerta uno en varias parroquias. Frente a los 23 fuegos que estaban ayer sin control a la llegada de la noche, hoy el número se redujo a ocho y otros diez controlados. Los más virulentos continúan siendo los de Coles y Melón, donde trabajan medios terrestres y aéreos. El fuego que afectó al concello de Coles se concentró en Barra de Miño, con dos focos en Paradela y Ribela, donde las llamas cercaron las casas pero a media tarde no habían alcanzado ninguna vivienda. La provincia de Lugo registró hoy un incendio de nivel uno en Vilalba, que obligó a cortar dos carreteras comarcales en la zona. Fue importante también el impacto del fuego en Ribeira de Piquín, y en la parroquia de Seixosmil, en el concello de Meira. Por otra parte, la localidad de Navia de Suarna pudo recuperar la normalidad, al igual que Láncara, O Páramo y Sarria.