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Conchi Basilio
Cartas al Director

El fuego llega a las puertas de Santiago y Ourense y se ceba en una Costa da Morte sin agua

Xunta y Gobierno perciben una "tendencia positiva" en la extinción en los últimos tres días

11-08-2006

Después del acoso de los incendios que ha sufrido la ciudad de Pontevedra durante estos días, ahora se suman las ciudades de Santiago y Ourense, que tienen el fuego a las puertas. En la octava jornada de oleada de llamas en la comunidad, la provincia pontevedresa continuó siendo la que registra más focos, pero parece que los más grandes le empiezan a dar una tregua y ahora amenazan gravemente a la Costa da Morte, en A Coruña. A última hora del viernes Galicia registraba un total de 140 fuegos de los que 102 escapaban al control de las brigadas, y sólo 38 han podido ser controlados. Pese a que la noche supone cierto descanso para los servicios de extinción, los incendios superaban en número a los del jueves. Aunque la provincia de Pontevedra y A Coruña siguen en alarma dos generalizada, en la ciudad de Ourense se registra uno de los incendios más graves de la comunidad, con nivel uno que supone riesgo para las viviendas y las personas. Se trata de un foco en la zona de Castro de Beiro, donde los medios aéreos y terrestres de vuelcan para proteger las casas. Sin embargo, Pontevedra sigue manteniendo el récord de incendios, con 61 activos, de los que 52 arden sin control y otros 9 están controlados. A Coruña, tiene un total de 46, con sólo diez de ellos controlados, mientras que el resto se resisten a los labores de las brigadas de extinción. En Ourense, hay una decena de fuegos incontrolados y otros tantos que han podido ser ya delimitados y no siguen creciendo, lo que hace un total de 20 activos. Lugo vuelve a ser una de las provincias menos castigadas por el fuego, con sólo 4 fuegos incotrolados, dentro de los 13 que permanecen activos en la provincia. La situación más seria registrada en la provincia de Pontevedra se centra hacia el sur, en el municipio de Baiona, donde arde sin control el incendio de la sierra de A Groba y el fuego que se inició ayer en Belesar, en Oia. En esta sierra habitan caballos salvajes y es conocida por acoger uno de los principales curros de Galicia. La Asociación Pura Raza Cabalo Galego estima que, en el transcurso de esta semana, han muerto cien caballos. Ante esta ola de incendios, el vecino concello de Nigrán hizo un llamamiento a los vecinos para que se sumen, en calidad de voluntarios, a la vigilancia de los montes, para evitar que se produzcan nuevos incendios. Por lo demás, la provincia de Pontevedra, vivió una de las jornadas más tranquilas desde que se declaró el incendio de Cerdedo el pasado viernes. El mayor peligro se centró en el control de los rebrotes de incendios que ya fueron controlados. La falta de agua y de medios para regar la gran cantidad de brasas hacen que cualquier soplo de viento pueda revivir los fuegos. En Ponte Caldelas han remitido prácticamente los focos que quemaron más de la mitad de la superficie arbolada del concello. Los vecinos se esfuerzan en apagar los nuevos conatos antes de que vuelvan a descontrolarse. También en Arbo volvieron a reproducirse algunos focos, al igual que en Caldas de Reis, pero la situación se mantuvo bajo control. Desalojos en Santiago Además de Ourense, otra de las ciudades a las que amenazó directamente el fuego fue la propia capital de Galicia, Santiago de Compostela. Entre 30 y 40 familias fueron desalojadas de sus casas en el barrio compostelano de Vite de Arriba (en la imagen) a consecuencia de un incendio que también afecta a la zona del Romaño. En la carretera que une Compostela con Santa Comba está actuando como cortafuegos e impide que los focos que asolan los dos puntos de la capital gallega se junten en uno de mayores proporciones. El alcalde compostelano, Xosé Sánchez Bugallo, explicó que Santiago se vio "cercada" por la zona norte al registrarse tres focos en cadena. El fuego también se ha cebado en la Costa da Morte. Por la mañana, los concellos de Camariñas, Malpica Fisterra y Muxía concentraron los puntos críticos de la provincia. En el primero de ellos, se produjeron el mayor número de incendios, sobre todo en las localidades de A Pescadeira, Lamastredo, Santa Mariña y Trasteiro, que obligaron al desalojo de muchas viviendas. "Isto é o fin do mundo", se lamentaba una propietaria que vio cómo el fuego era contenido a tan sólo un metro de sus ventanas. A pocos kilómetros de Trasteiro, en Lamastredo, una pequeña aldea de 5 viviendas, el fuego amenazaba desde primera hora de la mañana. María, una de las vecinas de 75 años de edad, lloraba de espaldas al incendio y de cara a una plantación de maíz, sin poder hacer nada, mientras que sus vecinos evitaban que las llamas se acercasen a su casa. El municipio de Fisterra sufrió también las consecuencias de los incendios en sus comunicaciones. Así lo relataba el propietario de una de las gasolineras situadas en la entrada de la villa. "Levamos sin teléfono dende onte", comenta; "din que a están arranxando pero de momento nada". Esto le supone un problema extra pues no puede atender a los usuarios que deseen pagar con tarjeta. En Muxía los incendios estaban parcialmente controlados por la tarde, aunque el fuego era combatido con el agua de los pozos, próxima a agotarse y, debido a la sequía actual, el caudal de los ríos resulta insuficiente. Rianxo seguía a la "expectativa" del incendio de la parroquia de Isorna, que esta tarde sofocaban dos hidroaviones. Según el alcalde, Pedro Piñeiro, ninguna vivienda estaba seriamente amenazada. Además reapareció el fuego en la parroquia de Araño, en el lugar de Foxacos y que se extendía hasta A Hermida. Miedo en Ourense En Ourense, el incendio de Castro de Beiro tiene a los vecinos cercados no sólo por las llamas, sino también por el "pánico y miedo" por la evolución del fuego. Los vecinos de las zonas afectadas en la ciudad ya se mantuvieron en vilo durante toda la pasada noche. Uno de ellos explicó que vive estos momentos con "mucha preocupación" porque durante las últimas horas llegaron a estar "rodeados de fuego" y hasta las siete de la mañana acudieron todos los vecinos de la zona a "echar una mano" para que el fuego no pasase al interior de la finca que rodea su vivienda. Otros propietarios tuvieron que ser desalojados y atendidos por los servicios sanitarios que se encontraban en la zona. Asimismo, los vecinos manifestaron que sintieron "miedo" porque el jueves por la noche "había muchísimo humo, casi ni se daba respirado" y, por ello, temen la evolución de los fuegos durante las próximas horas, ya que Ourense capital tiene hoy viento y temperaturas muy altas. Otros incendios graves en la provincia son los de Toén o O Carballiño, mientras que en el día de hoy pudieron ser controlados los de Allariz, O Irixo, Oímbra, Paderne de Allariz, Maside y Pereiro de Aguiar. La única provincia que parece ganar la guerra contra el fuego es Lugo, donde el número de incendios controlados, un total de nueve, supera a los que arden sin control. El más intenso se registra en Palas de Rei. Pese a que el número de focos fue mayor este viernes, tanto el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, como el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, destacaron que hay una "tendencia positiva" en las tareas de extinción, ya que en los últimos días se había logrado controlar más número de fuegos.





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