El "último" Camino de Santiago para Julián y José, dos misioneros burgaleses
El de este año ha sido el último Camino de Santiago de Julián Campo y José Manzano, dos misioneros seglares burgaleses entregados al servicio a los demás en Calcuta y Etiopía y que volvían cada año a España para reencontrarse en la Ruta Jacobea, en la que eran conocidos por su atención a los peregrinos. Julián Campo cumplió el pasado 15 de mayo 50 años. Empresario burgalés del sector de la confección, abandonó todo para dedicar su vida a los más pobres. Fue en la década de los 90 cuando su primera experiencia en el Camino de Santiago, que recorrió junto a José Manzano, cambió su vida. Desde ese momento dejó todo y viajó a Calcuta, en donde conoció a la madre Teresa de Calcuta e ingresó como voluntario en las Misioneras de la Caridad para ayudar a los niños y tuberculosos en esa ciudad. Campo repartía los años entre la India y España. Aquí era muy conocido en el Camino de Santiago, en el que estuvo como hospitalero en varios albergues. Solía pasar el verano entre el albergue de los monjes de Rabanal del Camino (León) y Castrojeriz (Burgos), donde era conocido y recordado por el famoso "bien y tú" con el que recibía a los peregrinos. Otra de sus pasiones, además de la ayuda a los más necesitados, eran los toros. Julián Campo fue un gran amante del mundo taurino e impulsor de las tertulias taurinas en Burgos en los años 80, con los críticos Dacio Crespo y Joaquín Ruiz. Además, fue presidente de la peña taurina Antonio Chenel Antoñete, torero al que siguió por todas las plazas del mundo hasta que se cortó la coleta. En agosto del año 2003 el crítico taurino Antonio Navalón le dedicó una de sus columnas titulada: 'Julianín "el de Antoñete"'. El subtítulo rezaba: "El rey de la noche es ahora misionero en la India". Julián Campo era primo del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, con quien mantenía una estrecha relación, también ligada al Camino, además de a una vida compartida. Julián acababa de hacer la peregrinación del año jubilar liebaniego, de Santander a Liébana y todos los años hacían una parte del Camino junto a Herrera, del que habían recorrido todo. El pasado año hicieron el camino gallego por la costa, desde Tui (Pontevedra). Una relación especial Un testimonio de la relación especial entre ambos primos quedó patente en un programa de Onda Cero hace dos años. Allí, Julián Campo definió su amistad con Juan Vicente Herrera como una relación que les unió desde que nacieron. "Amistad es compartir y tú y yo hemos compartido tanto y tanto", relataba Julián, quien recordaba los inicios de sus vidas, la familia, el colegio... "Compartimos colegio mayor, tú por unos motivos y yo por otros, pero maravillosos. Nos unió la gran pasión por los toros. Hemos ido compartiendo aficiones, inquietudes...". También se refería al distinto destino de sus vidas: "Tú elegiste el camino de la política, yo elegí otro, pero en caminos unidos que es el servicio a los demás. Tú sirves a tu comunidad con auténtica pasión y entrega, con esa generosidad y gran bondad de tu corazón, y yo también intento servir a los pobres de los pobres". Julián Campo terminaba con esta frase: "Te deseo que al final de esta peregrinación nos una el final de la meta, que tú sabes la que es". Por su parte, Juan Vicente Herrera definía su relación con Julián Campo como "48 años de amistad", en los que compartieron alegrías y momentos positivos, "pero también cosas tremendas, como la despedida de sus padres y mis padres en circunstancias dolorosas y muy tempranas". José Manzano José Manzano contaba con 51 años y un camino paralelo al de Julián Campo. También ayudaba a los más necesitados a través de la orden de las Misioneras de la Caridad, tanto en Calcuta como en Etiopía, a donde se había desplazado en los últimos años. Pero, como Julián, cada año regresaba a España y volvía al Camino de Santiago, en donde regentaba el albergue municipal de Castrojeriz (Burgos) desde hacía una década. Unidos por la pasión por los demás, José y Julián eran el contrapunto. El primero parco en palabras, el segundo extrovertido y parlanchín. Fue José quien introdujo a Julián en el Camino y juntos fueron por primera vez a la India. José Manzano era un personaje entrañable dentro del mundo de la Ruta Jacobea. Su albergue de Castrojeriz se llenaba como ninguno por la atención que dispensaba. Había estudiado medicina y era profundamente religioso, al igual que Julián, con el que acudía todos los días a la misa de 8.30 en las clarisas, durante su estancia en Castrojeriz. En esta última ocasión, José había retrasado su regreso a Etiopía, ya que tenía intención de pasar las navidades con su madre. Al conocer el suceso la villa de Castrojeriz ha sufrido una conmoción y la gente está destrozada, porque eran muy queridos y estaban muy metidos en la vida del pueblo. Pero no sólo Castrojeriz, toda la Comunidad lamenta la pérdida de dos hombres de gran corazón con una única pasión en esta vida: el servicio y el cariño a los que más lo necesitan.