La Xunta reabre los bancos marisqueros y restablece parte del suministro del Umia al Salnés
La situación de alerta se disipa en el entorno del río Umia, contaminado por el vertido originado en un incendio en una empresa química de Caldas de Reis. La Xunta ha decretado la reapertura de los bancos marisqueros tras comprobar que la mancha tóxica no ha llegado al mar y ha restablecido el suministro de agua a los concellos de O Salnés, excepto en Vilagarcía. La decisión supone que la estación de bombeo Ponte Arnelas, que gestiona Aquagest, captará de nuevo agua de un tramo limpio del río para poder abastecer a los concellos de esta comarca, que se vio afectada por el vertido de la empresa Brenntag. La normalidad vuelve también a la Ría de Arousa, donde se ha permitido de nuevo el marisqueo. La conselleira de Pesca e Asuntos Marítimos, Carmen Gallego, anunció tras la reunión mantenida con el sector, y tras conocer los resultados de los últimos análisis, el levantamiento del cierre cautelar decretado en parte de la Ría de Arousa. La "lentitud" con la que avanza la mancha en el Río Umia y los trabajos de contención y aislamiento que está aplicando la Consellería de Medio Ambiente hicieron posible que ninguna gota de auga contaminante llegase al mar. Medio Ambiente, por su parte, consideró oportuno autorizar la captación para restablecer el suministro a las poblaciones afectadas una vez comprobado que los sucesivos análisis garantizaron la calidad de agua en este tramo limpio del río Umia que está varios kilómetros aguas abajo del vertido. Desde este departamento de la Xunta aseguran que se siguen haciendo análisis continuos del agua del río y, ante cualquier incidencia, se volverá a cerrar esta estación de bombeo. La instalación de Ponte Arnelas permanecía inactiva desde la noche del viernes, a causa del vertido provocado por el incendio de la empresa química de Caldas de Reis. Por otra parte, el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, se reúne hoy con el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, y con los alcaldes de los municipios afectados por la mancha tóxica del río Umia. El encuentro tendrá lugar a las 12 del mediodía en la Casa do Concello de Cambados (Pontevedra). El encuentro, el quinto que se celebra desde el viernes, cuando tuvo lugar la explosión de una nave industrial de la petroquímica Brenntag en Caldas de Reis, servirá para que el conselleiro dé cuenta de la evolución de la mancha y de las medidas desplegadas por la Xunta para evitar que la contaminación llegue a la Ría de Arousa y para crear sistemas alternativos de suministro de agua potable a las nueve localidades afectadas (Vilagarcía, O Grove, Meis, Ribadumia, Meaño, Cambados, Illa de Arousa, Vilanova de Arousa y Portas). En este sentido, Medio Ambiente informa de que continúan "día e noite" los trabajos encaminados a paliar el "grave dano medioambiental" causado por el incendio de la factoría, trabajos que, asegura, "están dando xa os primeiros resultados". Además, el departamento que dirige Manuel Vázquez recuerda que el vertido, que afectó a un tramo del río de seis kilómetros, está ahora parado y aún no alcanzó el primer dique, situado en el lugar de As Aceñas. En referencia a las actuaciones destinadas a restablecer el abastecimiento de agua, desde Medio Ambiente explican que se construyeron tres diques de contención, dotados de reactivos que filtran y reducen la toxicidad del agua. Asimismo, en el tramo del río comprendido entre el primer y el segundo dique de contención, en Ponte Baión, se instaló una balsa impermeabilizada en la orilla para recoger el agua contaminada y tratarla para reducir su toxicidad. Menor toxicidad La Administración medioambiental gallega indica que las analíticas demuestran que las aguas del río siguen en buenas condiciones. Además, incide en que la toxicidad de la mancha es ahora menor, ya que los compuestos orgánicos derivados del petróleo son "moi volátiles" y van desapareciendo con el tiempo. Finalmente, desde el departamento explican que los agentes de Conservación de la Naturaleza, en colaboración con la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega), iniciaron una recogida de pescados vivos para llevarlos hasta los tramos sanos del río.