El alcalde de Carballo se desmarca de las gestiones del concejal de Industria para solicitar información sobre un cementerio nuclear

El edil independiente adoptó esta iniciativa "a título persoal"

El alcalde de Carballo, Evencio Ferrero, se desmarcó de las gestiones realizadas por su concejal de Industria, Xoan Francisco Pérez Ferreiro, para solicitar información sobre el cementerio nuclear que proyecta el Gobierno, para valorar la posibilidad de ubicarlo en el municipio. Pérez Ferreiro, perteneciente al Centro Democrático Independente (CDI), que gobierna en la localidad de Carballo en coalición con el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Partido Socialista (PSOE), adoptó esta iniciativa "a título persoal" y "sen coñecemento do Goberno local", según aseguró a AGN el regidor de la localidad coruñesa. Por su parte, Evencio Ferrero afirmó que los vecinos "poden estar tranquilos", ya que el Concello "non se plantea a posibilidade" de interesarse por la instalación del almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares de alta actividad. En este sentido, el alcalde nacionalista afirmó que tuvo conocimiento de la decisión del edil de Industria a través de la prensa. Este mismo asunto provocó una gran controversia en el municipio zamorano de Peque, donde los vecinos encabezaron una dura oposición a la decisión del alcalde, Rafael Lobato, de ofrecer emplazamiento al almacén de residuos radiactivos. Todo ello es resultado de una petición de candidatos realizada por el Ejecutivo central en el mes de agosto para albergar un almacén temporal de residuos, a cambio de 12 millones de euros al año durante unos 60 años. Además, la instalación de un almacén de superficie aportaría como beneficios la creación de infraestructuras para transportar los residuos y de 1.500 puestos de trabajo. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicará este mes la convocatoria pública para que los ayuntamientos interesados presenten sus candidaturas. Oposición Según recogía un medio nacional, Pérez Ferreiro reconocía que, a pesar de los "beneficios económicos", la población "no está por la labor" de acoger en su municipio un almacén con más de 9.895 toneladas de combustible nuclear usado y de residuos de alta actividad que, según Enresa, han producido y producirán hasta su cierre las centrales nucleares españolas. Sin embargo, añadía, "la puerta no está cerrada definitivamente". La respuesta por parte de los grupos ecologistas no se hizo esperar. Verdegaia emitía un comunicado para expresar su oposición a la posibilidad de instalar un ATC en Carballo. Para el colectivo, la solución para los residuos nucleares pasa por "minimizar a súa xeración" con el cierre de las centrales, de forma que se pueda acordar la gestión de estos residuos, una vez que se conozca exactamente su volumen y condición. Al mismo tiempo, Verdegaia propuso que sean las empresas beneficiadas de la producción de energía nuclear la que se hagan cargo de los gastos de gestión de los residuos. En este sentido, los ecologistas consideran "inadmisíbel" que la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) se financie con el 0,7 por ciento de los recibos de la luz de los consumidores.