El jefe del servicio contraincendios considera "razonable" el tiempo de respuesta a los incendios pese a que aumentó un 14%
Márquez niega que se desmantelase el dispositivo del anterior gobierno
El jefe del Servizo de Prevención y defensa contra los incendios forestales, Javier Márquez Alonso, aseguró que el tiempo de respuesta del dispositivo ante los fuegos "se mantuvo razonablemente" durante la crisis incendiaria, pese a que se incrementó en casi un 14 por ciento con respecto a los días anteriores. Durante su comparecencia ante la Comisión parlamentaria de estudio de los incendios, Márquez dijo que el tiempo de reacción pasó de 22 a 25 minutos, lo que calificó de "bastante áxil" dada la cantidad de incendios de nivel uno registrados. El tiempo medio de respuesta de los servicios contraincendios ante el fuego en los últimos cinco años fue de 21 minutos, según informó, un 20 por ciento menos. Márquez, que ya se encontraba al frente del servicio con el Gobierno anterior, negó que se hubiese producido un desmantelamiento del dispositivo contraincendios. Aseguró que la columna vertebral "non cambiou" por lo que se refiere al personal y los medios, excepto en el caso de las brigadas conveniadas con los concellos, que pasaron de 306 a 205. Un total de 73 se excluyeron por diversos criterios, mientras otras 44 fueron por renuncia de los propios concellos. Mientras los protocolos y la gestión del servicio contraincendios se mantuvo similar al de otros años, la oleada de incendios supuso una circunstancia excepcional, según Márquez. Constató con datos que hubo unas condiciones meteorológicas adversas, una intencionalidad clara, y una mayor cercanía a los núcleos de población. Pese a estas condiciones, destacó que gracias a la gestión correcta que se realizó "poidemos controlar os lumes antes das chuvias", del día 16 de agosto. Por eso, considera que la coordinación con los medios del Estado y los llegados de otras comunidades y del extranjero fue "bastante fluida". De hecho, constató que fue la aportación de personal especializado, junto con la mayor presión policial, la que permitió controlar el fuego porque "a mera ampliación de medios do verán non sería suficiente". Así, dijo que este dispositivo está "calculado para situacións de risco medio e alto, pero non para necesidades máximas e extremas". Márquez abogó por reformular el servicio de extinción a todos los niveles, con brigadas más profesionalizadas y centros de mando avanzados, así como por establecer en Galicia un "potente dispositivo policial permanente" para combatir la actividad incendiaria, con una central autonómica y cuatro sedes provinciales, porque nos enfrentamos a "un problema de orde pública", advirtió. "Incompetencia e neglixencia" La intervención de Márquez ante la comisión de estudio contrastó con la del representante de Xóvenes Agricultores y miembro de la plataforma "SOS contra o lume", Andrés Novo, quien habló de "neglixencia e incompetencia" de la Xunta ante la crisis incendiaria de este verano. Sus críticas se centraron especialmente en el servicio de extinción de incendios, que estaba "sen coordenación e mando" por lo se llegaba tarde a los fuegos y éstos "se descontrolaban totalmente". Además, aseguró que tanto el conselleiro de Medio Rural, como el de Presidencia, "minusvaloraron o problema" y no tuvieron en cuenta las consecuencias de los cambios realizados en el dispositivo. Novo reclamó una vez más una comisión de investigación parlamentaria para aclarar qué pasó durante la oleada de incendios del 4 a 14 de agosto, ya que considera que no hubo ninguna situación de excepcional que justificara la proliferación de fuego. Añadió que la Xunta utilizó una "cortina de fume" para tapar su incompetencia atribuyendo la autoría de los incendios a una "conspiración xudeo-masónica" y dijo que "aínda esperamos disculpas" por las ofensas recibidas desde el Gobierno.