El SLG denuncia dejadez y pasividad de algunas brigadas

Asegura que algunos miembros "ficaban nas tabernas" mientras ardía el monte

La representante del Sindicato Labrego Galego, Carmen Freire, denunció la dejadez y pasividad de las brigadas contraincendios, ya que hubo casos de algunas que "ficaban nas tabernas ou nos coches motobombas mentres o lume ardía". Aseguró que la organización agraria tiene "constatación" de estos hechos a través de los testimonios de agricultores de toda Galicia. Durante su comparecencia ante la Comisión parlamentaria sobre los incendios forestales, Freire inició su intervención denunciando este y otros hechos como "factores que agravaron" la crisis incendiaria del 4 al 14 de agosto. Dijo que este tipo de actitudes se constató "nunha parte importante" de las brigadas y "ao longo e ancho de todas as zonas incendiadas", sin poder determinar si eran trabajadores municipales, grumires o de otro tipo. Por eso, reclamó una "investigación interna" de la Consellería de Medio Rural para determinar por qué se produjo este cambio de actitud en las brigadas y aclarar las responsabilidades. Explicó que los miembros de las brigadas argumentaron que estaban esperando recibir órdenes alegando que no las recibían de Medio Rural y que "non había coordinación adecuada". Además, Freire habló de otro tipo de comportamientos como expulsar con la Guardia Civil a la gente de los lugares de la extinción, o "deixar arder ata chegar aos camiños", algo que no enmarca dentro de una práctica contraincendios sino como signo de "deixadez", como diciendo "ata aquí e xa parará". En base a estas actitudes, afirmó que la participación en las tareas de extinción por parte de las brigadas "deixou moito que desexar". También especificó que la mayor parte de estos comportamientos se registraron sobre todo durante la primera parte de la oleada de incendios, a principios de agosto, ya que después la situación "foi controlada". En base a este hecho, apuntó que no cree que se tratase de personal llegado de fuera de la comunidad autónoma, que se incorporó tras los primeros días de incendios. Aparte de denunciar estos hechos, Freire aportó después como causas básicas y fundamentales de los incendios la política desarrollada por los anteriores Gobiernos central y autonómico, que supuso el "abandono absoluto do rural galego" o la producción de forestal "só para pasta de papel ou trituración". Gestión subsidiaria Por parte del secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García, la solución a los incendios hay que plantearla desde el desarrollo rural, ya que a su juicio los fuegos "son síntoma dunha sociedade rural enferma" y los agricultores y ganaderos "non son o problema, senón a solución". Otras causas estructurales son, las quemas incontroladas, la ganadería mostrenca ilegal, o la estructura de la propiedad forestal. Así, abogó por que la Xunta asuma de manera "subsidiaria" la gestión de los montes en mancomún que sean declarados en estado de grave abandono, y pidió un "plan de choque" en este sentido. García apuesta por "humanizar o agro" y también advirtió sobre la necesidad de dar a una alternativa a la gestión de los residuos del monte, aprovechando esa biomasa. Puso de manifiesto que se conceden unos 300.000 permisos anuales para quemas controladas, y sólo con que un 0,5 por ciento se escapen al control humano "estaríamos falando da orixe de 1.500 lumes cada ano".