Touriño asegura en Madrid que la Xunta no será "intervencionista" con las empresas y apuesta por la "internacionalización"
El presidente de Calvo evita hacer declaraciones sobre la venta de su empresa
El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, aseguró que la Xunta no será "nunca intervencionista" con las empresas porque esto supondría un "recordatorio de viejos tiempos" y algo que, a su juicio, "no se debe hacer". Considera que la manera de potenciar la presencia de compañías en la comunidad es a través de mantener la creación de empleo, la actividad y la riqueza. Por eso dijo que hay que huir de "discursos patrióticos de escaso contenido" en lo que se refiere a las recientes operaciones financieras que afectan a empresas de la comunidad. En este sentido, recordó el caso irlandés para demostrar que hablar de "capitalismo autóctono" es algo "anticuado" y lo que hay que tender es a la internacionalización empresarial. En el Foro Nueva Economía, celebrado en el Hotel Ritz de Madrid, el presidente gallego respondió así a una de las preguntas realizadas durante el almuerzo coloquio. Las últimas operaciones que afectan a Fadesa o a la conservera Calvo fueron el primer tema en salir a colaboración, y Touriño aprovechó para advertir que "sobra alarmismo" en torno a esta cuestión. Aseguró que el hecho de la OPA sobre Fadesa o la futura compra de Calvo no supone que Galicia esté en venta, sino todo lo contrario, "nada más lejos de lo que ocurre", afirmó, destacando la "potente internacionalización" de las empresas gallegas. Por eso, dijo "tienen más atractivo por su fortaleza que por su debilidad". Touriño realizó estas afirmaciones rodeado por los principales protagonistas de la economía gallega, desde el presidente de Calvo, José Luis Calvo Pumpido, y el de Fadesa, Manuel Jove, hasta el consejero delegado de Unión Fenosa, Honorato López Isla, que compartieron mesa y mantel en el encuentro del presidente gallego con los empresarios. Para el titular de la Xunta, el papel del Gobierno gallego será el de "crear las condiciones" para hacer de Galicia un escenario "seductor" para la inversión, a través de la recualificación de recursos humanos, la inversión en I+D+i y el fomento de la cultura emprendedora y no el de intervenir en las empresas. Además, Touriño prometió a los empresarios que en 2010 "contarán con un territorio bien comunicado" ya que espera que para ese año estén en marcha las grandes infraestructuras de la comunidad. Desde el tren de alta velocidad del Eje Atlántico, a la Autovía del Cantábrico, los grandes puertos, y el 80 por ciento del AVE a la Meseta en servicio. Escapada de Calvo El presidente de Calvo abandonó el coloquio unos minutos antes de su finalización y escapó literalmente de la prensa calle abajo, cuando fue abordado por los periodistas. Sabedor de la expectativa que despiertan sus opiniones en este momento de venta de su empresa, echó a correr para no ofrecer declaraciones al respecto, y se limitó a decir "no puedo, no puedo". Calvo Pumpido estuvo conversando durante la comida con el presidente de Fadesa, a quien tenía sentado en su izquierda, y con López Isla, a su derecha. Juntos pudieron cambiar impresiones sobre las últimas operaciones empresariales en la comunidad gallega, que afectan precisamente a estas tres empresas. A buen seguro que su coincidencia en la comida de empresarios no fue fruto de la casualidad, ya que los asientos estaban escrupulosamente designados y repartidos. Aparte de estos tres empresarios, hubo una nutrida representación gallega en el Hotel Ritz, con la presencia del director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, el presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, así como el presidente de Coren, Manuel Gómez Franqueira, o el líder de la patronal, Antonio Fontenla. Además, acudieron al encuentro con el presidente gallego, el presidente de El Corte Inglés, Isidoro Alvarez, el presidente de Cepsa, Carlos Pérez de Bricio, o los de Eroski, Dragados, FCC, Gamesa, Iberdrola, Iberia y Red Eléctrica.