Las tres acusadas del crimen de la catana se declaran inocentes y se contradicen en sus versiones

Las tres mujeres acusadas de matar a Luis Manuel Pallares Manso con una catana en agosto de 2003 en A Coruña se declararon inocentes en la sesión del juicio que con jurado popular se celebra en la Audiencia Provincial. Las versiones ofrecidas por cada una de ellas son contradictorias entre sí. Una de las procesadas, Silvania Moraes, de origen brasileño, afirmó en un primer momento que la noche del crimen se encontraba con otra de las acusadas, Susana Guzmán, de Ecuador, en el piso de Pallares Manso. Según esta primera versión de Silvania, Susana discutió con la víctima y salió "llena de sangre" de la habitación en la que se encontró el cadáver con una catana clavada en el estómago. Silvania cambió minutos después su testimonio y aseguró que en la vivienda se encontraba un hombre "con acento colombiano", al que responsabilizó de la muerte de Pallares Manso. Por su parte, Susana Guzmán afirmó que el día de los hechos estaba en A Coruña, sino en Valladolid, donde ejercía la prostitución. Según su relato, no volvió a Galicia hasta septiembre y habría sido en ese momento cuando se enteró de la muerte de Luis Manuel. La tercera acusada, Tania Aracele de Oliveira, de Brasil, señaló que el día que supuestamente murió la víctima -el cuerpo no fue localizado hasta casi un mes después- fue al domicilio de Pallares Manso, en el que estuvo hasta la mañana siguiente. Cuando se marchó del piso, lo habría dejado "desayunando", pero "histérico" porque habían discutido. Tania es "la única inocente", según el testimonio de Silvania. El cuerpo de Luis Manuel Pallares Manso, conocido como El Inmenso, fue localizado tendido en la cama de su vivienda de la Sagrada Familia de A Coruña en el mes de septiembre, aunque la investigación señala que la muerte se produjo el 18 de agosto. El cadáver presentaba numerosas cuchilladas producidas, según la fiscalía, con la espada tipo catana que, como adorno, el hombre tenía colgada en la pared del piso. El ministerio público solicita para cada una de las acusadas 13 años de prisión por un delito de homicidio.