El alcalde de Cerdedo denuncia que los medios de extinción llegaron tras conocerse las dos muertes

Dice que siente vergüenza por las acusaciones de Alberte Blanco, mientras Cabezas lamenta que el director xeral no fuera cesado

El alcalde del concello pontevedrés de Cerdedo, Silvestre Balseiros Guinarte, denunció que la llegada de medios para colaborar en la extinción del incendio declarado en este municipio el 4 de agosto no se produjo hasta que se tuvo conocimiento del fallecimiento de dos mujeres. Durante su intervención en la Comisión de Estudo de los incendios, Balseiros hizo un repaso de los fuegos que afectaron a su concello en la primera quincena de agosto, destacando la falta de medios y el retraso con que llegaron tras solicitarlos a través del 112. En este sentido, indicó que, en alguna ocasión, hubo que esperar desde las tres de la tarde hasta las siete o incluso hasta las once de la noche y que, llegado un punto, el Concello decidió alquilar cisternas y comprar medios. En relación al fuego del 4 de agosto, manifestó que "a pesar de chamar repetidamente ao 112 non chegaron medios". En su opinión, fue un segundo fuego y no una reactivación del anterior el que produjo la muerte de dos mujeres, especificando que, aunque el fuego se inició en Cerdedo, los cuerpos fueron localizados en una zona perteneciente al término municipal de Cotobade. A partir del momento en que se tuvo conocimiento del suceso "empezou a haber unha asistencia de medios impresionante, imaxino que polas mortes", afirmó Balseiros. Por ello, considera que "se atenderan as nosas chamadas estou seguro de que ese lume se tería apagado". Además, denunció que las cuadrillas "non podía contar con elas para nada". Así, explicó que, cuando el día 4, acudió a comprobar el avance del fuego se encontró en una aldea del concello de Campo Lameiro con tres cuadrillas "arrimadas a unha casa sen facer nada", ya que tenían orden de no apagar fuego en las viviendas porque era una función que le correspondía a los bomberos. Balseiro indicó que una de estas tres brigadas era la de su Concello. En su opinión, esta cuadrilla no hizo nada porque los efectivos estaban "cabreados co alcalde". La razón es que tras la realización del curso de formación obligatorio en Santiago le exigieron al Concello la misma retribución que las brigadas de la Xunta, algo que no era posible por falta de recursos. Alberte Blanco El regidor de Cerdedo quiso dejar claro que acudió a la Comisión "libremente para contar o que vivín e non por cuestións políticas". Aún así, ante las preguntas de los grupos aseguró que se siente "tremendamente perxudicado" por lo dicho por el director xeral de Montes, Alberte Blanco, quien acusó a los alcaldes del PP de "sabotaxe" durante la extinción. "Como cidadán sinto vergoña polo dito no Parlamento", aseveró, al tiempo que afirmó que si Blanco tuviera que enfrentarse al fuego "non o tería dito". Contra Alberte Blanco también arremetió el alcalde de Ourense, Manuel Cabezas, quien aseguró que es "unha vergoña pública" que el director xeral "siga no seu posto e non fora cesado". Durante su intervención en la Comisión, Cabezas afirmó que es "unha irresponsabilidade" que Blanco siga al frente de la Dirección Xeral y que planifique la política forestal de los próximos años, al tiempo que lamentó que los socios del bipartito "consintan declaracións como as verquidas sen tomar medidas". En su opinión, culpar a la oposición "é algo inaudito nunha democracia", pero responsabilizar a los regidores "é mesquiño, rastreiro, inadmisible e indecente, e ademais é mentira", apostilló. Cabezas criticó que su comparecencia no tuviera lugar en una Comisión de Investigación y manifestó su solidaridad con los alcaldes de toda Galicia "porque fixeron o traballo da Xunta e do Estado". En la sesión también intervinieron el alcalde del concello coruñés de Carnota, José Manuel García, y el presidente de la Federación Galega de Caza, José Manuel Vaamonde. El regidor de Carnota aseguró que este verano el concello no registró fuegos importantes en agosto por primera vez en 30 años. "Estamos vendo o final do tunel", afirmó, al tiempo que atribuyó esta circunstancia a la vigilancia y a la prevención hecha en invierno. Por su parte, Vaamonde pidió que la prohibición de cazar en terrenos afectados por el fuego se reduzca de tres año a uno cuando sea posible. En este sentido, apuntó que la Federación comparte las limitaciones como medida para la recuperación del terreno, pero considera excesivo el plazo de tres años.