Un estudio indica que las dificultades para conciliar vida familiar y laboral obstaculizan el acceso de la mujer a la política
Un 85,45% de los hombres que ocupan estos puestos están casados, frente al 60,6% de las mujeres
Los resultados preliminares de un estudio presentado en Ferrol por Isabel Diz Otero, profesora de Ciencias Políticas, indica que el 85,45% de los hombres que ocupan un alto cargo de designación política en las administraciones autonómicas está casado, frente al 60,6% de las mujeres con la misma responsabilidad. El informe fue expuesto en unas jornadas sobre igualdad de género de la Escola Galega de Administración Pública, celebradas este martes, y su autora indicó que las diferencias se perciben también en cuanto al número de hijos de altos cargos. Si son hombres el número de descendientes es de un 1,9, mientras que en el caso de las mujeres se queda en un 1,3. El estudio, en el que está trabajando el equipo de investigación Muller e Política de la Universidad de Santiago de Compostela, toma como base una encuesta de 600 cuestionarios repartidos entre altos cargos de siete comunidades autónomas. Marta Lois, que coordina este estudio, asegura que a las mujeres "lles pesa esa dobre carga que ten que ver coa conciliación: os proxecto de familia, que fan que moitas veces prefiran non presentarse a un cargo de responsabilidade porque están nun tramo de idade onde aínda é difícil conciliar" la vida laboral con la profesional con las ayudas que existen en la actualidad. El informe contradice algunos estereotipos, como que las mujeres necesitan tener más preparación para acceder a cargos semejantes o que las cuotas de paridad les dan más facilidad para ocuparlos con una menor preparación. Isabel Diz asegura que "non hai mulleres floreiro" en la élite política, aunque Marta Lois apuntó que en la actualidad, las mujeres representan poco más del 20% de los altos cargos de designación política. Las jornadas organizadas por la Escola Galega de Administración Pública se celebrarán lo días 13 y 14 de noviembre en Pontevedra y Vigo, respectivamente.