El Consello de Contas rechaza tener carácter sancionador porque supondría "deslexitimizar" su función
Luciano Fariña apuesta por mantener un "debate político fértil" que sirva para mejorar la gestión pública
El conselleiro maior del Consello de Contas, Luciano Fariña, rechazó la posibilidad de que este organismo pueda tener carácter "de coerción" a las administraciones que muestren deficiencias en sus presupuestos, ya que esta capacidad de sanción supondría "deslexitimizar" a la propia institución respecto a los grupos parlamentarios y al Gobierno gallego. Durante una comparecencia en la Comisión no legislativa para las relaciones con el Consello de Contas, Fariña explicó que la coerción "quizáis pode ser unha vantaxe pero tamén un inconveniente", ya que esto significaría que el propio consello "tomase parte" y se trata de una finalidad que "non é o que debe perseguirse". A su juicio, el Consello de Contas "é un órgano de contido técnico" que debe estar a disposición de los distintos grupos políticos que conforman la Cámara. Según indicó, esta cuestión "é compatible cunha discusión política de esixencia ou non de responsabilidades" que permita incrementar la eficacia en la gestión pública de las distintas administraciones. Sin embargo, respecto a la posibilidad de que sea el propio Consello de Contas el que exija el cumplimiento de la ley a otras instituciones como los concellos, Luciano Fariña hizo hincapié en que "é unha cuestión na que o consello non pode entrar". Así, afirmó que "un debate político fértil" dentro del Parlamento "produce froitos na mellora da xestión pública" en todos los ámbitos. Fariña realizó estas declaraciones durante la presentación en el Parlamento del informe de fiscalización de la Xunta correspondiente al 2003, así como de otros concellos e instituciones públicas como las universidades o las diputaciones. Sobre esto, el conselleiro maior resaltó "a importancia dos contidos destes informes" a la hora de mantener un control de las cuentas de las distintas administraciones, y resaltó las "deficiencias técnicas" en la elaboración de las cuentas de los concellos, que además presentan "con frecuencia" sus presupuestos fuera de plazo. Reacciones Por su parte, los representantes de los tres grupos parlamentarios destacaron la labor desarrollada por el Consello de Contas en su función fiscalizadora de los presupuestos públicos en toda la comunidad gallega. Así, la diputada del BNG, María Xosé Vega Buxán, salientó la importancia de las actuaciones del consello como "elemento fundamental" para sacar a la luz "prácticas irregulares" en ámbitos como el urbanismo, aunque reclamó que el consello deje de tener "un papel subalterno". En concreto, abogó por "combater o clima de desconfianza que medra entre a cidadanía" respecto a la labor de los poderes públicos para "estar á altura das circunstancias". Mientras, el diputado socialista Xaquín Fernández Leiceaga se mostró crítico con la actuación del Ejecutivo del Partido Popular en la elaboración de las cuentas correspondientes a 2003. Así, aseguró que el informe del Consello de Contas pone de manifiesto "certo descontrol na presupostación", lo que indica que existieron "problemas de xestión relevantes" en este periodo. Finalmente, el 'popular' Alberto Sueiro subrayó que el informe elaborado por el Consello de Contas "reflicte a imaxe fiel" de los gastos llevados a cabo por la Xunta durante ese año. Además, exigió que se dote a los concellos "de máis medios" para poner fin "á auténtica debilidade da administración galega", que a su juicio se encuentra en el funcionamiento de los entes locales. "Todos deberiamos reflexionar para que os concellos se sumen a esa esixencia", concluyó el representante del PPdeG.