Las lluvias provocan inundaciones en Vilagarcía y Baiona y obligan a cortar la línea ferroviaria Pontevedra-Vigo

Desalojadas siete viviendas en Cambre por el desbordamiento del río Mero

El frente de intensas lluvias ha abandonado Galicia dejando inundaciones en Vilagarcía de Arousa, Baiona y Cambre, además de cortes de carretera e incluso del ferrocarril en la línea Pontevedra-Vigo. Aunque Protección Civil ha dado por terminada la alerta por lluvia, mantiene el aviso "rojo" de mar de fondo y vientos de más de 100 km/h en litoral coruñés y la Mariña lucense. En Vilagarcía, una de las localidades más afectadas por las precipitaciones en el último mes, las lluvias provocaron inundaciones en el centro de la localidad, mientras se vigiló intensamente el río Con porque quedó a 40 centímetros para que se desbordase. La zona mas perjudicada fue el entorno de A Xunqueira, por donde discurre un riachuelo, lo que motivó el corte de las calles Mathosiños, A Xunqueira y Porto do río. En esta zona se encuentran los colegios público de A Lomba y Arealonga y una guardería. En Baiona, las inundaciones provocaron daños en viviendas y garajes de zonas situadas a nivel inferior al cauce del río, como el caso del "Camiño das Monxas" en la que una veintena de domicilios se anegaron y el agua casi alcanzó el metro de altura. Alrededor de las 9.00 horas efectivos de Policía Local, Grupos Municipales de Intervención Rápida y operarios de la empresa Tragsa intervinieron en las inmediaciones del colegio público de Sabarís, cercano a la zona del Mercado, donde se produjo el desbordamiento. A lo largo del día, se les sumaron efectivos de Protección Civil, Policía Local de Nigrán y Gondomar, además de miembros de Protección Civil. A pesar de que las precipitaciones fueron constantes, el momento de mayor tensión desde la riada de primera hora fue alrededor de las 17,00 horas, cuando los chubascos coincidieron con la pleamar. Sin embargo, no se registraron nuevos desbordamientos, y el caudal del Groba, a pesar de continuar con fuerza y muy crecido, no aumentó de nivel. En toda la zona afectada se cortó el tráfico durante la mañana, para evitar posibles situaciones de peligro, y se procedió a las primeras labores para controlar la situación. El río bajaba con mucha fuerza y con aguas turbias, aunque las inundaciones fueron, según la Policía Local, "de agua limpia" y no con lodos como las del pasado 22 de octubre. Ya por la tarde, se reanudó la circulación aunque de forma restringida. También se acercaron hasta el Groba máquinas como palas y excavadoras que limpiaban el lecho fluvial de árboles de grandes dimensiones y otros restos, para evitar que hiciesen efecto presa que llevar a un nuevo desbordamiento. A pesar de que no hubo más desbordamientos, sí hubo nuevas inundaciones, puesto que el exceso de agua saturó la red de saneamiento provocando que al agua saltase de las alcantarillas. Asimismo, en varias fincas y domicilios anegados se trabajó con bombas para extraer el exceso de agua. Muchos vecinos que todavía continúan alojados en hoteles debido a los efectos de la anterior riada vieron como sus casas volvían a inundarse. A última hora de la tarde, los vecinos todavía continuaban en las calles observando las tareas de limpieza y recuperación, provistos de botas y chubasqueros. Muchos de ellos expresaron sus dudas a la hora de dejar sus vehículos en los garajes, ante la amenaza de próximos episodios. En Pontevedra las lluvias afectaron también al tráfico ferroviario, que permaneció cortado durante seis horas entre Pontevedra y Vigo por la inundación de las vías en la estación de la localidad pontevedresa de Arcade. Según informaron fuentes de Renfe, el tráfico ferroviario se cortó sobre las 9.30 horas y afectó a seis trenes de media distancia que cubren ese trazado. El traslado de pasajeros entre Pontevedra y Vigo y viceversa se realizó por carretera en autobús. Incidencias en la provincia de A Coruña Aunque las principales incidencias se registraron en la provincia de Pontevedra, en la localidad coruñesa de Cambre siete viviendas tuvieron que ser desalojadas por el desbordamiento del río Mero en los lugares de A Telva y O Caneiro. Ya de madrugada los voluntarios tuvieron que rescatar en lanchas neumáticas a varias personas que se habían quedado atrapadas en sus viviendas anegadas. El agua rodeaba totalmente las casas e impedía a los vecinos abandonarlas. Por la mañana, dos residentes más fueron evacuados en estas pequeñas embarcaciones. Protección Civil instaló dos bombas de achique en la zona para tratar de evacuar el agua acumulada, procedente del río desbordado, aunque los vecinos desconocían cuándo podrían regresar a sus hogares. Además de las personas desalojadas, los efectivos de Protección Civil también evacuaron perros, gallinas, avestruces y cerdos que se habían quedado rodeados por el agua en pequeñas granjas de la zona. Según los afectados, la situación se ha agravado con respecto a otros daños desde que se iniciaron las obras de acondicionamiento del río Mero. "Antes polo menos cando rebordaba marchaba polos regatos, agora a auga quedada estancada aquí", explicó uno de los propietarios de las viviendas desalojadas. Fuentes del Concello apuntaron que las riadas se producen por el aumento del caudal del río que obliga a abrir las compuertas del embalse de la zona. Aseguraron que reclamarán a la Confederación Hidrográfica del Norte, responsable de las obras de canalización, la instalación de un bombeo que evite la acumulación de las aguas en O Caneiro. Las lluvias también ocasionaron el desbordamiento del río Mesoiro, lo que obligó a cortar la carretera entre el núcleo de población del mismo nombre y el centro de A Coruña. Varias viviendas resultaron anegadas, mientras los vecinos del lugar ponían sacos de cemento y arena en las entradas de sus casas para tratar de evitar que las riadas llegasen a su interior.