Graves incidentes en el sorteo de los puestos del mercadillo pontevedrés de Estribela

El colectivo gitano trató de boicotear el reparto asegurando que era ilegal

Medio centenar de vendedores ambulantes, la mayoría de etnia gitana, trataron de boicotear el sorteo de los puestos vacantes en el mercadillo de Estribela (Pontevedra), que permitirá completar la reforma realizada por el gobierno local de Pontevedra, ante las irregularidades detectadas en su funcionamiento. La tensión fue creciendo a medida que se acercaba la hora prevista para el sorteo, las diez de la mañana, y pese a que desde el Ayuntamiento y la Subdelegación del Gobierno se había desplegado un amplio dispositivo policial, no se pudo evitar la avalancha de los feriantes gitanos. Los feriantes hicieron saltar por los aires la caja que contenía los números y los nombres de los solicitantes de los puestos, e incluso enfrentándose de forma directa con los propios agentes de la Policía Nacional y Local. Con su actitud, el colectivo de gitanos que lidera Sinaí Giménez, consiguió abortar el primer intento del sorteo, argumentando que todos ellos tenían derecho a las plazas que se sorteaban, y denunciando supuestas irregularidades en la convocatoria. "Este sorteo es ilegal. No ha sido publicado en el Boletín de la Provincia, no ha sido anunciado, no ha sido aprobado en el pleno y no ha habido una resolución. Nos quieren quitar nuestros puestos de trabajo a cojones", declaró Sinaí Giménez. "Hemos presentado a la Xunta de Galicia toda la documentación necesaria y nuestra cooperativa es legal. Tenemos una resolución firmada por el conselleiro de Trabajo, Ricardo Varela, en donde dice que tienen constancia de ello y que se le ha presentado en tiempo legal", continuó un exaltado Sinaí Giménez. "Lo que pasa es que la concejala de Mercados, Teresa Casal, no nos deja vivir tranquilos y sigue buscando el enfrentamiento". Durante estos incidentes, fueron constantes las amenazas proferidas por los vendedores gitanos contra los demás aspirantes a las plazas en el mercadillo de Estribela, que se sorteaban. Estas intimidaciones lograron que al final todos los colectivos de feriantes, que en un principio habían mostrado una clara división sobre este asunto, finalmente apoyaran la anulación del sorteo. La calma definitiva llegó con una propuesta que surgió de uno de los vendedores payos. "La solución es que ambas partes, el colectivo gitano y Teresa Casal, mantengan una reunión pacífica y que se pongan todos los papeles sobre la mesa, y así podremos saber quien es el culpable real de que este mercadillo lleve parado desde hace meses", propuso este vendedor ante la presencia de los gitanos. "Que rebajeis vuestras rencillas y delante nuestra y de la prensa resolvamos este asunto". Dos horas después de estos graves incidentes, y protegidos por un fuerte cordón policial que custodiaba a los funcionarios municipales y los accesos al Pazo da Cultura, se pudo llevar a cabo finalmente el sorteo. Sin embargo, de los 170 vendedores ambulantes que habían presentado su solicitud para uno de los puestos, tan sólo acudieron cuatro, que tampoco ocultaban su preocupación ante las amenazas recibibidas por parte de los gitanos. El mercadillo de Estribela cuenta con un total de 125 plazas, de las cuales 65 ya estaban adjudicadas a los feriantes más veteranos. Esta mañana se sorteaban 70 plazas, que son las que reivindicaba el colectivo gitano agrupado en siete cooperativas, que la concejala de Promoción Económica, Teresa Casal asegura que son cooperativas ilegales.