Aproximadamente este autor ha realizado, durante estas cuatro décadas, esa cantidad o más de libros dibujados o libros de artista, que están o deberían estar en colecciones públicas o privadas.
Estas obras constan por lo general, de un libro normal editado, y en cada hoja se insertaba o dibujada-pintaba un dibujo, o un cuaderno se dibujada cada hoja, o lo mismo en otros materiales, plásticos, etc.
Hasta 1990 aproximadamente se habían catalogado doscientos sesenta, cada hoja con un número, y todo lo demás. Después, se pensó bien o mal, aunque se siguieron haciendo y enviado al mundo, firmados los dibujos o pinturas de cada hoja, titulados, pero ya no tenían un número específico cada hoja o dibujo, que se dejó de realizar dicha operación hacia 1992. Ni, se catalogo cada obra, como “libro” dándole un número, por diversas razones y motivos…
Por lo cual, toda esta producción que ahora se podría denominar “libros de artista”, entre quinientos y seiscientos, realizadas en estos cuarenta años o algo más, que está n o deberían estar en colecciones públicas o privadas, pues constarían alrededor, solo con este “tipo o género”, de unos cincuenta mil dibujos o pinturas, formando eso “libros de artista”, en diferentes tamaños, en diferentes clases, como antes he indicado… (Sin contar los “dibujos o pinturas, diríamos autónomos, en papel o en lienzo o en otros materiales, que serían otras docenas de miles de obras, que también están o deberían estar por el mundo…)
- A estas alturas de la propia existencia del autor, por razones psicológicas y conceptuales, que ni siquiera el autor está seguro de ello, y por las circunstancias que estamos viviendo de pandemia, quizás, la persona, sin quererlo, recapitula algo del trabajo que ha realizado, que por otro lado, no se hace como orgullo y vanidad, ni soberbia, porque ha sido un enorme fracaso… ¡Para el autor, si fuese mentira, sería un descanso, porque no sentiría tanto la losa del fracaso y de…!
Toda esta producción, que debería estar en colecciones públicas o privadas, que nadie sabe en qué condiciones estarán, qué grado de existencia tendrán y de cuidados y de conservación, aunque sea de un autor plástico, considerado mediocre, o de tercera o quinta categoría, después de tanto esfuerzo de trabajo y de concepción y de difusión y de creación y de búsqueda, quizás merecería, que al menos “no se destruyese”, que quedase para generaciones futuras, los originales o imágenes fotográficas de todo ello. Quizás, en futuras generaciones, verían tanta obra, que al final, trata cientos y miles de cuestiones, utilizando el dibujo-pintura y otros subgéneros artísticos, una obra que es un “canto al ser humano”.
En tiempos que tanto se habla y se valora la cuestión del reciclaje de las materias, de lo inservible para darle nueva vida, se dice que las grandes minas de hoy y del mañana estarán en las basuras. Hoy, que tanto se habla de ello, también se olvida, que posiblemente, docenas o cientos de miles de obras, de docenas o cientos de miles de autores, cada año se pierden o se destruyen o se deterioran o simplemente se tiran, por herederos o propietarios que apenas les han costado nada, o les fueron regaladas o enviadas o mostradas.
Se alaba hoy, la cultura hasta la saciedad, se gasta en ella por parte de entidades públicas y privadas una enormidad de dinero y una ingente cantidad de recursos humanos, pero por otro lado, hay otra realidad obscura, que de un autor que se valora, porque se lo merece, un autor equis, en la metería o actividad o disciplina que sea, existen cincuenta o cien, que apenas se valora su trabajo, y que se pierde. Puede, que el resto sean mediocres, que solo el uno por ciento, valga la pena guardar y estudiar y analizar y valorar dicha producción.
Pero quizás, hoy, con los medios documentales y de información y de documentación y de archivación, físicos o virtuales, valdría la pena, que tan ingente cantidad de producción no se pierda. Puede que a nivel local, comarcal, provincial o regional esos autores de quinta categoría tengan un valor documental e histórico para el futuro, igual que la iglesia o capilla del pueblo no se puede comparar con la catedral de León o Burgos o Toledo, pero también, en su modestia cumple su función y da identidad a su territorio.
¿Porque quién puede asegurar que entre mil o diez mil páginas escritas, de un escritor de quinta o mediocre, no hay diez, que abren nuevos mundos? ¿Quién puede decir, que entre diez mil dibujos o pinturas o piezas de un autor mediocre, o de quinta categoría, no pueden existir unas docenas de obras, que abren nuevos contenidos al arte, o que haya realizado manifiestos artísticos y estéticos que abren un nuevo mundo estético?
- De estos quinientos o seiscientos “libros de artistas”, como se ha indicado de este autor, ni el autor sabe su estado, si existirán y cómo existirán y dónde estarán. Libros que fueron enviados a colecciones públicas, la inmensa mayoría, que se sepa no han hecho uso ninguno de ello. Ni exposiciones, ni catálogos en sus archivos, ni siquiera saber, si sus hojas se han dividido y diseminado, si están en un estado de deterioro deplorable. Si nada. En estos tiempos que el ser humano, siente que no somos dioses, sino que somos débiles y vulnerables, que un mínimo organismo microscópico, que ni siquiera puede funcionar de forma autónoma, sino que necesita ser huésped de otras células, puede ponernos de rodillas…
¡Quizás, en estos tiempos, uno sin saberlo, mira hacia atrás, y se pregunta, qué ha hecho uno, tanto trabajo, tanto para nada o casi nada…!¡Podrán pensar, que no es verdad, pero el autor de estas obras, piensa, que si fuese mentira y fuese un error, no sentiría sobre sus hombros tanto fracaso y pena…! ¡Que tanto trabajo, en forma de pinturas y dibujos y otros géneros, que en definitiva, intentan abrir nuevos campos a la estética y al arte, que intentan unir entre colores y formas cuestiones antropológicas, psicológicas, filosóficas, sociales, metafísicas en mult8itud de temas…!
¡Tanto trabajo para que esas obras duerman en los vientres, si es que todavía existen del silencio…
!Dicen que Van Gogh solo cobró una pintura en toda su vida, pero después, y antes han existido muchos autores que han tenido la misma característica, entre otros a éste que mencionamos aquí…!
¡Pedir una racionalización de la industria cultural, al menos en la conservación o archivos de documentación online o virtuales, es como hablar con el aire del desierto…! ¡Paz y bien…!
jmm caminero