Mariano Francisco de Cavia y Laz, Zaragoza, 1855, Madrid, 1920, periodista español, especializado en tauromaquia, su personalidad era la de un hombre modesto y humilde, no cayó como tantos otros intelectuales en la vanidad y soberbia, tan propio de estos oficios.
Se ha caracterizado a Cavia como un liberal tolerante, respetuoso con las ideas y las personas, fuesen de un lado o de otro. Cierto es que fue comentarista político, pero siempre con un tono claramente individualista, muy apegado a los valores de Aragón y a su historia, y viviendo en un hotel, suponemos que para tener mayor grado de libertad, aunque dicen, que su biblioteca la tenía en un piso.
- En estos modestos artículos, que estoy redactando sobre grandes figuras del periodismo español, pues le tocaba el turno a Mariano de Cavia. Es recordable en las escuelas del periodismo, el artículo que escribió hablando del incendio en el Museo del Prado, que al final, indicaba que era una crónica ficticia, pero como Orwell, quería que las autoridades fuesen conscientes de las deficiencias de la gran pinacoteca, del resultado de la controversia que se formó, después se tomaron medidas. Pongo, por ejemplo, este artículo, para darnos cuenta, de la influencia de las letras.
Cierto es que muchos articulistas, docenas de miles existen en estos momentos en la Hispania, entre profesionales remunerados, profesionales no remunerados y aficionados. Y, muchos, tienen la sensación que sus crónicas o artículos de opinión o sus columnas, apenas tienen influencia. Pero a mi entender, el columnista o el viñetista, si es humor gráfico, no se debe preocupar tanto de la influencia, sino de la verdad y veracidad y bondad y prudencia y racionalidad de sus palabras. Sabiendo que si indica “el árbol es azul o es negro o es verde o es naranja”, no todo el mundo estará de acuerdo…
Muchos lectores, apenas conocerán los artículos y a este periodista-cronista-articulista, de fama merecida, salvo por los premios Mariano de Cavia que el ABC continúa otorgando. Pero, como en otras ocasiones he indicado, bien harían, la mitad, al menos, de los mil periódicos digitales existentes hoy en el panorama de Celtiberia, que tuviesen una sección, publicando artículos de las grandes figuras de hace cincuenta o setenta años o cien años, porque nos darían visiones y perspectivas que serían, en algunos tema y soluciones, semejantes a los actuales. He indicado de las primeras plumas-espadas del periodismo, pero también de los segundos y quizás, de los terceros, nacionales y regionales y locales. Además de recoger una gran cultura-literatura del pasado reciente, es decir, de hace varias generaciones, de estos dos últimos siglos…
- Personalmente como modesto articulista de opinión, y como modesto literato y escritor, me fijo en las grandes figuras del periodismo literario y periodístico español, para aprender y aprehender de ellos. Decía Brancusi, si la memoria no me falla, que no podía crecer un árbol grande, al lado de otro ya muy grande, se refería a él, como escultor en relación a Rodin. Pero yo, creo que hay que ponerse al lado de los árboles grandes para aprender de ellos, y después, ya irá creciendo el árbol pequeño. El famoso “complejo de matar al padre”, del famoso Freud, no es mi caso. Cierto es, que tampoco creo caer en la adulación, ni en el servilismo literario o cultural, porque de todos he intentado aprender y aprehender, de todas las tradiciones culturales y literarias y autores y saberes, en la medida de mis modestas fuerzas. Sino con modestia, ser un libreobservador y un librepensador y un libreescribidor.
De todos los que nos han precedido he aprendido, que el artículo y articulista, se debe tomar como un género o subgénero literario, y que si se hiciese, con menos sátira, menos hierro, menos vinagre, sin negar la crítica y la autocrítica constructiva, a mi modo de ver, podría llegar a ser, un género que merecería un día el Premio Nobel a algún autor del mundo, y estaría a la altura de las grandes obras de teatro o novela o poesía. Por tanto, aspiro, modestamente, a que los artículos que al final, pongo mi seudónimo, aspire a que dentro de varias generaciones, puedan ser leídos, con alegría, divertimento, aprendizaje y sosiego. Que sirvan de algo para hoy y algo para mañana. Al final, si hoy anidasen por estos vericuetos Sócrates o Kant, Miguel Ángel o Velázquez,. Dante o Cervantes, creo yo, que escribirían artículos periodísticos y también tendrían alguna red en Internet.
Para terminar, esta gran figura del periodismo, como Cavia, estimo que merecerían, que se editasen las obras completas, y también, la Fundación que lleva su nombre, que empezó a andar, no sé si se ha detenido un poco, demasiado, en alguna estación de tren del tiempo y del espacio. Reivindicaría a esta figura y a otras, y estimo, que si no pueden los tiempos actuales, construir una fundación para cada gran periodista de estos dos últimos siglos, que todos los poderes fácticos y periodísticos y empresariales y culturales convergiesen a realizar una Fundación de Grandes Periodistas Españoles, aunque sea virtual, y ahí, estuviesen las obras y la recopilación de estudios y análisis, y documentación, de las dos docenas de grandes vates del pincel periodístico y de la pluma del artículo, que en este solar hollaron sus pies y sus manos. Al menos, los que no tienen todavía fundación.
jmm caminero