Debido a la pandemia de covid-19, el verano de 2020 fue el más atípico que hayamos conocido, con limitaciones a las posibilidades de viajar y al turismo. La crisis sanitaria obligó a millones de europeos a cambiar sus destinos vacacionales.
España es una potencia mundial en lo que se refiere a la acogida y atención de turistas. Según la Organización Mundial del Turismo, fue el segundo país del mundo que más visitantes recibió en 2019. Gran parte de ellos vienen atraídos por las playas y los servicios de ocio y hostelería complementarios que se ofrecen en las zonas costeras.
Una gestión sostenible de las playas que resulte compatible con este importante sector de nuestra economía es una cuestión de gran relevancia. Leer más
Fernando Merino de Lucas