Seguimos viviendo en una sociedad totalmente arraigada en la convicción de que en el cuidado de nuestros mayores deben de ser atendidos por la mujer que haya en el núcleo familiar de la casa, independientemente de que trabaje en una empresa o no, la mayoría de los hombres siguen con su rol de pasar de todo.
Lo más triste es que no solo trabajan fuera, también llevan la casa al completo y no les queda ni un segundo ni para tomar un café, algunas han dedicado toda su vida desde bien jóvenes al cuidado de todos los de casa, enlazando uno detrás de otro, esto es lo que les conduce a lo que llaman “el cuidador quemado”.
Está claro que para ayudar a llevar a buen término toda esta labor, las personas pueden solicitar una jornada reducida en su trabajo, pero eso no debe significar nunca que pierdan diríamos capacidad adquisitiva en su sueldo, en definitiva que cobren menos, “esto debería de resolverlo el gobierno”, ya que luego cara al momento de la jubilación, tienen una penalización de tal manera que su pensión sea inferior a la que le correspondía, porque esto habría que contemplarlo dentro de una perspectiva ética y también como algo positivo, ya que estas haciendo el trabajo de cuidador de tus mayores, que generalmente son familiares, casi siempre y eso debería de ser valorado muy positivamente y no que te perjudique reduciendo la pensión de jubilación, es algo que nunca se contempla, incluso yo me atrevo a decir que se tendría que poner un suplemento por el estrés que genera tanto trabajo para una sola persona sin ayuda ninguna, pero de no ser así, por lo menos que no fuera inferior a lo que cobraría trabajando en la empresa a tiempo completo, creo que sería lo más lógico, lo legal y lo que estaría basado totalmente en los derechos humanos y es una idea de justicia que sería realmente profunda y correcta.
Lo más triste es que además casi nunca es reconocido por los demás miembros de la familia y se limitan a hacer el papel cara a la galería y cuando mueren se sienten los mártires por la pérdida, con perdón, pero como bien decía mi abuela las cosas se hacen en vida, después de muerta ya no necesito nada, solo que recen por mí, lo demás son vanidades, siempre decía que ya no necesitaba ni flores en su tumba.
Vuelvo al tema de la cuestión los cuidadores necesitan, ya que no son recompensados, por lo menos que no se les reduzcan las pensiones, eso es denigrante y algo muy importante a tener en cuenta, ya que yo pienso que se lo tienen más que merecido, después de casi medio siglo de trabajo con todo a sus espaldas y sin que nadie les ayude, en la mayoría de los casos siempre dicen “es que yo no valgo para esas cosas”, pero alguien las tiene que hacer, porque siempre están mejor cuidados en casa que en una residencia, por lo menos esa es mi creencia, ¡ojo¡ siempre hay casos en que no queda otro remedio, con esta opinión no pretendo ni lo más mínimo criticar la actitud de nadie, todos los casos son diferentes y las circunstancias del momento también.
Pero la sociedad está cambiando mucho más deprisa de lo que pensamos y el modelo de residencias de ancianos que tenemos en España ya no funciona adecuadamente, por tanto pueden ir tomando nota de otras formas mucho mejores que existen en otros países y en España ya hay algún proyecto que puede tener mucho mejor futuro para los mayores y que sigan conservando su independencia sin tener que dejar la carga a sus hijos, pero para ello se tienen que tener pensiones dignas y a nivel europeo.
Conchi Basilio