Cacharro se pregunta si Conde Pumpido piensa también que el fiscal "se pasó siete pueblos" con la Operación Muralla

El presidente de la Diputación de Lugo, Francisco Cacharro Pardo, afirmó que finalmente se cumplieron sus augurios en torno a la Operación Muralla y "todo se quedó en nada, porque realmente no había base" para plantear las acusaciones formuladas contra varios funcionarios. Cacharro realizó estas declaraciones cuando se cumple exactamente un año de la entrada del fiscal jefe de Lugo, Jesús María Izaguirre, acompañado de la Policía Judicial en la sede de la Diputación Provincial, en el Palacio de San Marcos. Todo fue, dijo el veterano político del Partido Popular, "como el parto de los montes", en definitiva mucho ruido y pocas nueces. Cacharro recordó que "el fiscal general del Estado, el señor Cándido Conde Pumpido, dijo que se había pasado con los de ANV", por lo que precisó que en este momento "habría que preguntarle si no opina que el Ministerio Fiscal también se paso siete pueblos con este asunto". Además, volvió a criticar el trato dispensado a alguno de los imputados, que vulneró "la Ley de Enjuiciamiento Criminal", al "cogerlo por la calle y llevarlo esposado". También reiteró que, un año después, en la Diputación de Lugo todavía no hay constancia de los documentos que se llevó la Policía durante el registro, a pesar de haber solicitado al Juzgado que se ocupa del caso un inventario de los papeles retirados de San Marcos. En cualquier caso, lamentó que el anterior fiscal jefe hubiese cumplido su objetivo, que era "calumniar y difamar" para "mantener la sombra de la sospecha" flotando sobre la Diputación de Lugo. En su opinión, la "despedida del señor Izaguirre, cuando intentó aumentar el número de imputados", también respondía a esa finalidad, porque pretendía "acumular más papeles" para retrasar la resolución del caso. Subrayó que en esta situación "la lentitud es un agravante", porque "cuanto más tiempo se tarde en resolver el caso, más daño se hace" a la imagen de la propia institución. Aunque también aclaró que la "Diputación no está imputada", sólo algunos funcionarios, a pesar de que "lo que quisieron transmitir era un asalto al edificio, como si aquí si hiciesen cosas raras".