Quintana critica el "exceso de hospitalidad" de algunos alcaldes y los sitúa alejados del "estilo BNG"

Se compromete en Cangas a mejorar las condiciones laborales de las rederas antes de final de año

Arropados por unas 1.100 personas, el portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, y el candidato a la alcaldía de A Coruña, Quique Tello, entraron en el Palacio de la Ópera de A Coruña para protagonizar unos de los últimos mítines de la campaña electoral. Quintana, arrancó en su intervención dispuesto a enganchar a los presentes asegurando que "veño aquí a A Coruña a falar ben do PP". Y lo hizo, aunque en un tono puramente irónico. Lo que valoró el líder nacionalista es que los "populares" hayan dado el paso de "falar de vivenda", prometiendo viviendas a precio tasado, aunque no está claro si serían "os promotores, os especuladores ou o mercado libre que defenden" los encargados de hacer la valoración. Por esta promesa del PP, plasmada en un anuncio de prensa "a toda páxina", Quintana dejó claro que para "falar de vivenda ou se fai con propiedade ou non se fai". No obstante, no fue la crítica que desató más fervor entre el público. El portavoz nacional, que reiteradamente hace alusión en cada mitin al "estilo BNG", diferenció a los nacionalistas de las demás fuerzas por varias cosas. Si antes eran el urbanismo, con un BNG que "non entra" en la política de "e ti máis", luego lo fue el "voto emigrante" y, ahora, "o exceso de hospitalidade" de algunos alcaldes que optan por "censar a todo o mundo na súa casa" para ganar un puñado de votos. También en esto, añadió, "nós tampouco entramos". De esta acusación no se libró el candidato del PP a la alcaldía de Ourense, Enrique Nóvoa. Juntando los casos de personas censadas en su propia vivienda y la foto reciente en la que este, junto con Núñez Feijóo y José Luis Baltar, escenifican la espera del AVE en la estación de Ourense, Quintana no dudó ni un minuto en asegurar que "se seguen esperando o tren e vai o candidato do PP con toda a familia censada na casa haberá que pór un convoy de suplemento". Como en todo mitin, existen críticas y promesas. Y a la promesa de políticas diseñadas para la gente que proponen los nacionalista, la siguió una crítica a un PP al que "habrá que votar para que non se presente Batasuna en Galiza", ironizó Quintana, aludiendo a unos populares a los que "todo o que sone a galego repúgnalles". Pasó, aseguró, con las galescolas e incluso con la Ley de Dependencia a la que, si inicialmente no pusieron problema, sí lo hicieron cuando se empezó a trabajar en el "sistema galego de atención á dependencia". Por esto, Quintana considera que "o PP provoca desigualdade coa súa política de boicot ás galescolas", pues estos servicios permiten a la mujer dedicarse a la vida laboral, mientras que si no hay escuelas infantiles suele ser la fémina la que abandona su trabajo para cuidar a los hijos. "O voto para a política limpa" Tras las propuestas y críticas generales, Quintana se dirigió de lleno a los coruñeses para pedirles su voto para "a política limpa e comprometida do BNG", especialmente a los jóvenes. A su juicio, lo que A Coruña necesita en estos momentos es "un goberno do BNG e a Quique Tello porque non hai maneira de solucionar os problemas de A Coruña se non hai unha perspectiva de país". El objetivo, aseguró, es que A Coruña sea "máis que o goberno da cidade" y, para ello, es necesario situar al BNG "no goberno", pues "só pode traer cousas positivas". La necesidad es real, aseguró, dado que se deben "aplicar novas políticas" y eliminar los "antigos parámetros de sempre". Tras el líder nacional, subió al escenario Quique Tello. Entró "futbolero", al asegurar que "hoxe hai tres partidos, o Milán, o Liverpool e nós", aunque se mostró convencido de que "polo momento nós imos gañando". Tras buscar la risa de los asistentes, se metió en materia, para decir que "o BNG gobernará A Coruña con sentido común", frente a lo que ocurrió en los últimos "24 anos", caracterizados "por un equipo" de gobierno "que priorizou as gominolas ao pan" y que "investiu 18 millóns de euros nun ascensor que leva a ningures, antes de arranxar os problemas dos seus cidadáns". Tello manifestó su percepción de que "o proxecto do vazquismo e de Losada está esgotado", por lo que buscó el voto haciendo sus propuestas. Destacó, entre los compromisos, la puesta en marcha de una nueva política de vivienda, apostando por la rehabilitación del casco histórico; el impulso del transporte público (con billetes de autobús a 10 céntimos o el tren de cercanías) y la construcción de una "Coruña máis social". Todo, para eliminar los "problemas de agora", que son los mismos que "os de hai 24 anos", y para que los coruñeses "sexan máis felices". Una felicidad que el candidato del BNG entiende como poder "mercar unha vivenda", disponer de alternativas al coche y posibilidades de empleo en esta ciudad.