El Confidencial
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Cartas al Director

Los médicos coinciden en describir la lenta agonía de la niña asesinada en Narón

29-05-2007

El testimonio de los médicos convirtió en un relato espeluznante la segunda sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de A Coruña por la muerte a golpes de una niña en Narón el 18 de junio de 2005. El fiscal pide 24 años y nueve meses de cárcel para Iván Naveiras, ex compañero sentimental de Paola Vélez, madre de la víctima. Aquélla comparte banquillo con su ex pareja acusada de homicidio imprudente, por el que se enfrenta a una ocho años y tres meses de prisión. Los facultativos que atendieron a la pequeña en el centro de salud de Narón, en la ambulancia medicalizada que la condujo hasta el Arquitecto Marcide de Ferrol y en este último hospital, en donde falleció, no tuvieron dudas sobre las agresiones sufridas por la niña ni sobre la extrema gravedad de su estado cuando llegó a sus manos. La doctora que la atendió en primer término refirió a la Sala que la pequeña Natalia, de poco más de dos años de edad, había llegado a consulta con taquicardia y dificultades respiratorias y la hemorragia causada por la rotura de un asa intestinal había colapsado ya sus venas. A la vista de la distinta coloración de los 51 hematomas y lesiones que cubrían su cuerpo, concluyó que algunos de ellos se le habían causado días atrás, lo que demostraría que la niña era maltratada de forma habitual Los médicos del 061 que intentaron mantener con vida a la niña durante su traslado en ambulancia coincidieron con su colega de Narón, y uno de ellos describió el cuerpo de la ya moribunda como ?un puro hematoma?. ?Para mí fue un shock; llevo años ejerciendo, pero para esto nunca se está preparado?, añadió. Por último, el pediatra que la recibió en el hospital ferrolano y que intentó infructuosamente reanimarla afirmó que la niña llegó ?prácticamente muerta?. Relató que al preguntar a la madre y a su pareja el origen de las lesiones, ellos le dijeron que no lo sabían y que Iván había contestado que horas antes la niña estaba bien. ?Le dije que eso era imposible?, subrayó el galeno, porque el estado en que llegó Natalia mostraba ?una evolución de horas?. Otros dos pediatras prestaron testimonio sobre las tres ocasiones en que atendieron a la niña entre abril y unos días antes de su muerte. Pese a los hematomas que ya entonces presentaba la pequeña, ambos creyeron las explicaciones de Iván sobre el origen fortuito de los moratones, sobre todo al comprobar que ?era cariñoso? con la niña y que ésta no mostraba ningún rechazo hacia él, se hallaba en buen estado físico y se le veía ?muy contenta?. Tras la declaración de los médicos llegó el turno de los testigos de una y otra parte, entre ellos, la madre de Iván Navieras. Con pocas variaciones, las amigas de Paola, casi todas de nacionalidad colombiana, como ella, coincidieron en afirmar que nunca la habían visto pegar a la niña, que estaba muy pendiente de ella y que sólo empezaron a ver moratones en el cuerpo de Natalia desde que convivía con el acusado. Por el contrario, el primo y los vecinos de Iván -y también del piso en donde había residido meses antes Paola con su hija y varios compatriotas- concordaron en describir el abandono en que se hallaba la niña hasta que Iván se hizo cargo de ella. Todos ellos dijeron haber visto a Paola tratar de forma violenta a Natalia o sospechar que la maltrataba, porque se pasaba la noche llorando. Y también abundaron en ejemplos de los cuidados que el acusado prodigaba a la pequeña. Quienes vivían puerta con puerta del domicilio que compartieron Paola e Iván afirmaron que la noche del 17 al 18 de junio no habían oído ningún ruido sospechoso, y uno de ellos señaló que la mañana en que supuestamente se produjo la agresión había hablado con el acusado ?y no había notado nada raro?.





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