El presidente de la Diputación de Lugo, Francisco Cacharro Pardo, respondió de forma contundente a las manifestaciones realizadas por algunas voces del PPdG que planteaban la posibilidad de iniciar contra él un expediente de expulsión del partido. El veterano senador popular subrayó que antes de la reunión de la junta directiva provincial, que se celebró esta misma semana, habló con una de las personas que iba a participar en ella y le dijo que si ese asunto se planteaba en el transcurso del encuentro, informase a sus compañeros que por él "lo podían acordar", porque estaba dispuesto a resolverlo en menos "de 24 horas". En ese sentido, Cacharro recordó que no sólo el partido tiene la posibilidad de expulsar a uno de sus militantes, porque "cualquier afiliado puede resolver" su salida de la formación por decisión propia. Recordó que esos trámites formales "pueden dar muchas vueltas" y "antes incluso había que llegar al Congreso Nacional", pero si el PP considera oportuno dar ese paso, él estaría dispuesto a facilitárselo. Para explicarlo de una manera todavía más gráfica, Cacharro aclaró que esta situación es similar a lo que sucede con las "las separaciones y divorcios, hay unos sistemas legales establecidos y el procedimiento del ahí te quedas, el de se acabó, me voy y ya está" Subrayó que este segundo procedimiento en "la práctica es muy efectivo" y recordó que es "muy libre de utilizar esa técnica" para "facilitar el trabajo", porque así el partido se ahorraría "reuniones, convocar la Comisión de Conflictos o hacer un juicio de papel". De esa forma, "se acabaría todo", apostilló. En su opinión, cuando las "cosas salen mal siempre se buscan justificaciones y culpables" y tiene que haber "alguién malo de necesidad", que en este caso "soy yo", recalcó. En cualquier caso, también dijo que "si les sirvo para ello, todo vaya por el bien del partido", porque "mientras yo esté en escena se evitarán otras cuestiones". Afirmó que, por lo menos, puede cumplir "esa función para conseguir un mínimo de unidad".