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Cartas al Director

La Xunta detecta 22 puntos viarios en los que se utilizaron tubos de drenaje que serán sustituidos

Política Territorial recuerda que su uso debe limitarse a "casos extremos"

14-06-2007

La Consellería de Política Territorial ha detectado un total de 22 puntos viarios en los que se utilizaron tubos de drenaje de acero galvanizado similares a los de la Vía do Salnés, por lo que la Administración autonómica procederá a su progresiva sustitución por otros de hormigón, según anunció esta mañana en el Parlamento el director xeral de Obras Públicas, Manuel Morato. Durante su comparencia en la Comisión de investigación puesta en marcha en la Cámara para conocer las causas del hundimiento de la Vía do Salnés, Morato explicó que ninguno de los 22 casos descubiertos entraña un riesgo para los usuarios de las vías, aunque cinco de ellos se encuentran "nunha situación moi grave" ya que los técnicos de la Consellería han detectado "unha reducción do seu diámetro de ata o 20%". En concreto, los cinco tubos más dañados se encuentran ubicados en tres carreteras gallegas: la LU-161, que une las localidades lucenses de Viveiro y de Ferreira; la PO-331, entre los concellos pontevedreses de Porriño y Gondomar; y la vía autonómica VG 4.2, que enlaza las localidades de Ribadumia y Cambados, y que sirve de prolongación de la actual Vía do Salnés, cuyo hundimiento en parte del firme se produjo el pasado otoño. Según detalló informó Política Territorial, estos cinco casos se encuentran distribuidos en los puntos kilométricos 10,4 y 16,1 de la LU-161, entre Viveiro y Ferreira; al igual que en los kilómetros 3,4 y 3,8 de la VG 4.2, entre Ribadumia y Cambados; y en el punto kilométrico 6,86 de la carretera PO-331, entre Porriño y Gondomar. A estos cinco casos se le unen otros 17 puntos viarios en los que Política Territorial ha certificado que los tubos de acero se encuentran "en estado grave", al detectar procesos de corrosión y de perforación de los propios tubos, pero en todo caso "non existe risco" de que pueda afectar al firme y, en consecuencia, a la circulación de los vehículos. Así, los otros 17 tubos en situación menos grave se encuentran en un total de ocho carreteras de la red viaria gallega: la AC-862, que une Ferrol con el límite de la provincia de Lugo; la AG-64, entre Catabois e Igrexafeita; el CG-2.1, entre Monforte de Lemos y Escairón; la PO-400, que enlaza Salvaterra do Miño y Crecente; y la PO-542, entre Ponte Bora y O Pino, además de las tres carreteras antes citadas. En cuanto al proceso de sustitución, el director xeral informó de que en primer lugar se procederá a reemplazar los cinco tubos que se encuentran en situación "moi grave". Para ello, Política Territorial ya tiene aprobados los respectivos proyectos de obra, y la ejecución de los mismos se llevará a cabo "por vía de urxencia", adelantó Morato. Además, el representante de la Consellería dirigida por María José Caride insistió en que el uso de tubos de acero de estas características "pode valer en determinados casos extremos e singulares", pero que aún así, los tubos metálicos "deben protexerse convenientemente porque son tecnoloxías moi delicadas", explicó el director xeral de Obras Públicas. Causas del hundimiento Anteriormente, Morato se convirtió en el primer responsable político y técnico que comparecía en la comisión investigación parlamentaria puesta en marcha para determinar las responsabilidades del hundimiento de la Vía do Salnés, un suceso que coincidió con las riadas que afectaron a la comunidad gallega el pasado otoño, trece años después de la puesta en funcionamiento de la infraestructura viaria. En su intervención, previa a la del ex conselleiro Xosé Cuiña, Morato enmarcó el hundimiento de la Vía do Salnés en tres factores principales: las "deficiencias" del proyecto, la modificación "inxustificada" del mismo y la rapidez en la ejecución de las obras. En su opinión, los tres aspectos fueron "determinantes" para que se produjese el deterioro de la vía, que también coincidió con las obras de desdoblamiento puestas en marcha para su conversión en autovía. En este sentido, Morato recordó que la carretera "comezou a caerse a pedazos como consecuencia das obras de drenaxe da vía", al tiempo que insistió en que el hundimiento del firme se debió al uso de tubos de acero galvanizado, y no de hormigón, tal y como estaba previsto en el proyecto original. "Non fai falta ser un experto para decatarse de que algo fallou", aseguró el director xeral. Sobre esto, explicó que la falta de cálculos hidráulicos de las obras de drenaje en el propio proyecto supuso "una carencia significativa", ya que de haberse hecho, "o 95% dos tubos de aceiro corrugado existentes na Vía do Salnés non se poderían ter colocado". Además, recalcó que el cambio de tubos respecto al proyecto original no estaba avalado "por ningunha xustificación técnica", sino que estuvo motivada por las elecciones autonómicas. Según expresó, estas circunstancias "forman parte dunha forma de entender a execución da obra pública" en la que "a axenda electoral marca os ritmos", pero que a la larga supuso un coste para la Xunta de 4,3 millones de euros en la sustitución de los tubos dañados, y de otros 2,6 millones para llevar a cabo obras de emergencia durante los pasados meses de octubre y de noviembre. Por su parte, el portavoz del PPdeG en la comisión, Alejandro Gómez Alonso, acusó a Morato de realizar "xuízos de valor", al tiempo que negó que la modificación del proyecto original fuese aprobada con posterioridad a la inaguración de la vía. Además, recordó que estos tubos también se han utilizado en parte de la autopista AP-53 entre Ourense y el Alto de Santo Domingo, de cuya empresa concesionaria -Aceousa- fue director técnico el propio Morato.





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