REDACCIÓN | Iter significa camino en latín y además es el nombre de uno de los proyectos internacionales más ambiciosos en materia de energía: demostrar que la fusión nuclear puede ser una fuente a gran escala, ilimitada y limpia.
Estados Unidos anunció recientemente que había logrado, por primera vez mediante fusión nuclear, una ganancia neta de energía (una reacción que libera más energía que la necesaria para desencadenarla) en un experimento realizado en el Laboratorio Nacional de Lawrence Livermore.
La noticia volvió a poner en el foco la posibilidad de que un día sea una realidad la energía de fusión, un proceso que originalmente se produce dentro de las estrellas, y los científicos investigan diversos caminos para lograrla.
Entre lo físicos hay una broma que dice que para lograr el uso de la fusión nuclear faltan 40 años y siempre faltarán 40 años, en referencia al tiempo necesario y lo complejo de los avances, dice a EFE el antiguo director general adjunto del proyecto ITER (Reactor Internacional Termonuclear Experimental) Carlos Alejaldre. Leer más