El Bloque prefiere permanecer en la oposición "dignamente" que entrar en el gobierno "arrodillado"
Un día después de que el BNG y el PSdeG-PSOE rompiesen las negociaciones para formar un gobierno de coalición en el Ayuntamiento de Lugo, los cuatro responsables nacionalistas que participaron en las conversaciones comparecieron ante los medios de comunicación para ofrecer su versión sobre lo ocurrido. El portavoz del grupo municipal frentista, Anxo Lage, reconoció que su partido prefirió mantenerse en la oposición "con dignidad", antes que entrar en un gobierno "arrodillado". Lage reiteró que en el BNG son "humildes", pero también afirmó que "no vamos a ser siervos de nadie". Volvió a culpar al alcalde de Lugo, el socialista José López Orozco, de la rotura de las negociaciones, porque su "megalomanía" e "intransigencia" impidió que el municipio tuviese el "gobierno que votó el pasado día 27 de mayo", después de "retirarle al candidato socialista la confianza absoluta". En su opinión, el Partido Socialista "no tuvo la generosidad necesaria" para facilitar la participación de los nacionalistas, por lo que Lage subrayó que su partido no iba a formar una "coalición a cualquier precio". Afirmó que "no es una propuesta política seria ofrecer al BNG la gestión del cementerio, los parques y jardines, los camiones de la basura y las fiestas de San Froilán". Piensa que es "un insulto para los 7.500 votantes del Bloque" ceder únicamente un 13 por ciento del gasto municipal, a cambio de entrar en el gobierno. Lage también quiso desmentir que una mala relación entre él y el alcalde pudiese haber motivado el fracaso de las negociaciones. Destacó que no tiene nada personal contra López Orozco e incluso se mostró dispuesto a invitarlo a comer, pero recordó que el BNG tiene la obligación de defender "los intereses de Lugo". Por su parte, el coordinador comarcal del BNG, Xesús Méndez, dijo que su formación acudió a la convocatoria "con un espíritu positivo y constructivo", con ánimo de consolidar "un gobierno estable en el que se visualizase la presencia de dos fuerzas políticas", pero el PSdeG-PSOE "sólo pretendía ganar tiempo para buscar un escenario favorable que facilitase la rotura". Además, precisó que "López Orozco no quiso darse cuenta de que había perdido la mayoría absoluta y tenía que negociar", porque en cuestiones importantes del pograma de Gobierno, como el Plan Xeral, "los socialistas sólo manifestaron su voluntad de llegar a un acuerdo, pero no dieron ningún paso para modificar el documento".