Un obrero de nacionalidad portuguesa falleció este miércoles en un accidente laboral ocurrido en un edificio en construcción en la intersección de las calles Juan Carlos I y Pintor Laxeiro, situadas en el casco urbano de la ciudad de Pontevedra, al caer desde más de diez metros de altura a través del hueco del ascensor hasta el sótano, falleciendo en el acto. El suceso ocurrió sobre las ocho y media de la mañana, cuando Joaquín Silva de entre 30 y 40 años de edad y natural de la localidad portuguesa de Barcelos se precipitó al vacío, según la versión que se baraja para explicar este accidentre laboral,al romperse una tabla sobre la que se apoyaba, que no estaba bien anclada y haciéndole perder el equilibrio. La principales lesiones se las produjo en la cabeza, y falleció prácticamente en el acto. El levantamiento del cadáver se produjo a las diez de la mañana, siendo trasladado hasta el Instituto Anatómico Forense del Hospital Provincial, para la práctica de autopsia. La empresa constructora del edificio en donde ocurrió este accidente laboral es Construcciones Exisa S.A., con sede social en Barcelona, y pertenece al Grupo Puentes, que entre otras construcciones fue la encargada de la obra de construcción del Puente de Rande en Vigo o del Puente de los Tirantes en Pontevedra. Segundo accidente mortal El otro accidente laboral con saldo mortal en Pontevedra en este 2007 ocurrió el pasado 20 de marzo. Epifanio Garrido Solla, vecino de Leiro en la parroquia de Pontearnelas, en el concello pontevedrés de Ribadumia, fallecía en un accidente laboral en una obra en construcción situada detrás de la granja-taller YUCA, ubicada en la parroquia de San Andrés de Xeve en Pontevedra. El accidente ocurría también sobre las 8 de la mañana, cuando el trabajador, de 46 años de edad, casado y con dos hijos, se cayó desde una altura de más de tres metros y fallecía en el acto, en presencia de sus compañeros que se mostraron ?totalmente destrozados? ante el trágico suceso. Era operario de la empresa EDISERPO, una constructora con razón social en Pontevedra, y se encontraba en la terraza de una de las viviendas unifamiliares que se construyen en dicho lugar, instalando unas láminas de geotextil para impermeabilizar la construcción.