La comisión de investigación sobre las presuntas irregularidades detectadas en la contratación de las obras de la Cidade da Cultura será una realidad, a juicio del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, que considera que todos los grupos parlamentarios están de acuerdo en ponerla en marcha. Según su criterio, en esta comisión no se deben poner límites, dado que se debe investigar "todo o que os grupos estimen necesario", si bien reprochó al líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, que no haya dicho nada "da súa responsabilidade" ni haya pedido "disculpas", pues en el momento de las ajudicaciones de los contratos era vicepresidente de la Xunta. Touriño considera que Núñez Feijóo "podería dar explicacións sen esperar á comisión de investigación", pues "o máis prudente pola súa parte" sería "dar a cara e explicarse, se é que estaba enterado do que pasaba". En todo caso, el presidente del Gobierno gallego no se opone a que la propuesta del Partido Popular, de estudiar también la gestión del bipartito en este asunto, al considerar que en la petición realizada por los grupos del PSdeG y el BNG "non se pon límites a nada, que ninguén teña dúbidas". El reproche al líder 'popular' parte del informe del Consello de Contas, un "instrumento de control" del Gobierno, que "fixo un informe fiscalizador no que detecta importantes anomalías e irregularidades" porque existe, asegura, una "vulneración da normativa contractual". Habla, de hecho, de "caos, despilfarro e irregularidades" en la gestión realizada por el anterior Gobierno sobre este proyecto, añadió, por lo que considera que Feijóo, a quien "tanto lle preocupa o que no Gobierno actual", debería explicarse sobre la Cidade da Cultura. Por otra parte, y aunque este informe del Consello de Contas alude a otro tipo de irregularidades en otras fundaciones, Touriño descartó que éstas se vayan a abordar en la misma comisión, dado que "o país non pode facer comisións de calquera cousa", sino de asuntos como este, que son "casos importantes, temas sobranceiros e relevantes política e cuantitativamente". El presidente de la Xunta destacó como importante que funcionan los órganos que tienen una función de control. Cree que es "positivo" también que el Parlamento entienda que "debe funcionar para esclarecer en vía política as responsabilidades". La transformación en "algo útil" Touriño se refirió también a la petición de una plataforma cívica, que demanda que la Cidade da Cultura se convierta en la sede de diferentes departamentos de la Xunta. Este extremo, a juicio del dirigente gallego, "é unha idea", pero reprochó que durante muchos años sólo la oposición parlamentaria "alzou a voz para impedir que se chegara a onde se chegou" con este proyecto que, a su juicio, "naceu mal". Ahora, aseveró, "moita xente ergue a voz" respecto a este asunto, "heredado" que obliga al actual Gobierno a "resolver unha desfeita". Touriño manifestó su interés por "resolvela" y, añadió, aunque "agradezo tanta contribución, tanta axuda e tanto espírito de identificación do país", se trata de una "tarea difícil e complexa", pero se tranformará "o monumento faraónico do anterior presidente, Manuel Fraga, en algo útil e que sirva ao país". La herencia recibida, explicó, fueron "catro contenedores culturales, dous case ultimados, dous en execución e outros dous contratados e adxudicados" por un importe de en torno a los 370 millones de euros.