Villarino pide a los grupos ?amplitud de miras? para reformar el Estatuto en el 25 aniversario del Parlamento

Advierte en Radio Líder que sería ?imperdonable? tener que decirle a los ciudadanos que tendrán menos ?derechos, competencias y financiación? porque no ha habido acuerdo

El Parlamento gallego celebró su 25 aniversario con el reto de culminar con consenso la reforma del Estatuto de Autonomía. La presidenta de la institución, Dolores Villarino, aprovechó la cita para reclamar a todos los grupos políticos que sean "xenerosos nas renuncias", porque será la única manera de que Galicia pueda estar "no lugar que lle corresponde por dereito" dentro del marco constitucional. Su discurso, al igual que el de los portavoces políticos, tuvo como eje fundamental esta reforma y el "diálogo" necesario para conseguirla, que es el lema del 25 aniversario del Parlamento de Galicia, que culminó este martes con un pleno extraordinario. Dentro del edificio, engalanado en el exterior para la ocasión, los discursos y las actuaciones musicales se intercalaron durante algo menos de una hora, tras lo que los invitados compartieron vinos y aperitivos en el pasillo principal del Parlamento. La intervención final de Villarino se centró en pedir a los grupos "xenerosidade e amplitude de miras" porque "non queremos un Estatuto para confrontar", afirmó, sino para recoger las aspiraciones de todos los gallegos y mejorar su calidad de vida. "Sería difícil explicarlle aos galegos e galegas que os imos privar do seu dereito de gozar dun Estatuto de primeira", advirtió. En esta "festa de recoñecemento do pasado", la presidenta del Parlamento, quiso lanzar una "mensaxe de futuro e esperanza" para conseguir un nuevo Estatuto "moderno" y por "consenso". Horas antes, la primera mujer elegida para presidir la cámara concedía una entrevista en Radio Líder en la que abogó por seguir trabajando para mejorar la proximidad con los ciudadanos. Esa es la asignatura pendiente, dice Villarino, para que los gallegos se sientan partícipes de lo que sucede tras los muros del Pazo del Hórreno, en Santiago. Está convencida de que una democracia en la que los ciudadanos sólo participen cada cuatro años tiene menos calidad. Por eso pide que los diputados se esfuercen para atraer la atención de los gallegos hacia el Parlamento. Una tarea que facilitan las nuevas tecnologías. Recuerda la presidenta que se pueden seguir todos los plenos y comisiones a través de Internet. Además, en breve, se podrán mandar sugerencias sobre los proyectos de ley que se están tramitando en el parlamento. Los parlamentarios están inmersos en la elaboración del nuevo estatuto. Dolores Villarino confía en que el texto salga adelante. Es tan importante para Galicia y se ha avanzado tanto, dice, que sería ?imperdonable? que terminase metido en un cajón. Advierte de que habrá que tener ?coraje? para decirle a los ciudadanos que ?nos vamos a quedar con menos derechos, menos financiación y menos competencias? porque aún no nos hemos puesto de acuerdo. En su discurso ante el Pleno, Villarino recordó el legado y ejemplo de los parlamentarios anteriores, alguno de los cuáles estuvieron presentes en la tribuna de invitados. Entre ellos, el nacionalista Xosé Manuel Beiras, el fundador de Esquerda Nacionalista Anxo Guerreiro, o el socialista Ceferino Díaz. También acudieron los ex presidentes del Parlamento Victorino Núñez, José María García Leira, y Tomás Pérez Vidal; así como los alcaldes de Santiago, Ferrol, Lugo y Pontevedra, junto con el delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, y el presidente de la Fegamp, Xosé Crespo. Además, estuvieron los ex presidentes de la Xunta Fernando González Laxe y Gerardo Fernández Albor, y el presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, entre otras personalidades. La ciudadanía Como representante de la ciudadanía gallega, en esta celebración de los 25 años del Parlamento, intervino en el pleno el periodista Antonio López, un joven invidente de la misma edad que llegó a la tribuna acompañado de su perro guía. El impacto de su presencia no sólo se quedó en esta imagen, ya que su intervención estuvo cargada de contenido político, incluso más que la de alguno de los portavoces parlamentarios. Tras reinvidicar el término "Galiza" como "o máis fermoso" que se puede decir en un día como hoy, reclamó un nuevo Estatuto que sitúe a la comunidad en una "situación privilexiada". No se olvidó de la polémica sobre la categoría que debe darse a la lengua gallega en el texto estatutario, y apuntó que es necesario "salvagardar" el idioma como "o noso maior tesouro". Por último, insistió en que hay que "primar a vida e o medioambiente sobre a voracidade da especulación urbanística e política".