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Conchi Basilio
Cartas al Director

Cientos de personas arropan en Friol a la familia de la soldado fallecida en Afganistán

Zapatero presidió en Santiago el emotivo acto de condecoración tras la llegada del cadáver

22-02-2007

La palabra "desgracia" fue la más repetida durante todo el día en el Concello lucense de Friol, que a primera hora del viernes recibía los restos mortales de la soldado fallecida en Afganistán, Idoia Rodríguez Buján. El cadáver de la joven llegaba pasadas las tres de la mañana al aeropuerto de Lavacolla, donde fue recibida por su familia y por autoridades, encabezadas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, y el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño. Pasadas las 03.30 horas, compañeros de Idoia trasladaron desde la pista de aterrizaje el féretro cubierto con la bandera española hasta el hangar donde esperaban los familiares y amigos, así como las autoridades civiles y militares. Posteriormente, Zapatero y Alonso condecoraron a la fallecida con la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo y con la medalla de la OTAN por su participación en la misión de paz en Afganistán. Durante más de una hora los familiares y amigos, que habían llegado en dos microbuses pasadas las 00.30 horas del viernes, presenciaron los actos en el hangar militar, acompañados de los soldados de la Brigada Aerotransportable (Brilat) de Figueirido (Pontevedra). No obstante, la madre de Idoia, Consuelo Buján, tuvo que sentarse en una silla al sentirse indispuesta y, posteriormente, fue trasladada por cinco militares en brazos, entre los que se encontraba el compañero sentimental de su hija, al sufrir un desmayo en el momento en que colocaron frente a ella el féretro. Para ayudarla, le quitaron el abrigo negro que llevaba puesto, el cual dejaron encima de la caja fúnebre cubierta con la bandera de España, lo que supuso una acción espontánea fuera de protocolo. Asimismo, en los actos oficiales también participaron sus compañeros de grupo de la Brilat, ataviados con el uniforme de campaña y pañuelo rojo; el general jefe de la Brilat, José María Prieto Martínez; así como los integrantes de la banda militar. Los rostros de los padres de Idoia evidenciaban el dolor de la familia por la pérdida de la única hija del matrimonio lucense, que fue consolada por las autoridades quienes transmitieron su pésame a familiares y amigos de la víctima. Los actos protocolarios acabaron pasada algo más de una hora, tras los que los familiares regresaron al salón privado militar, situado al lado del hangar. A los pocos minutos de finalizar, el cielo rompió a llover de nuevo en Compostela. Los restos mortales de la soldado llegaron a las nueve menos cuarto de la mañana al tanatorio Luis Iglesias de Friol. Toda la familia se mostraba descompuesta por el dolor y presentaba signos evidentes de cansancio, fruto de la tensión de los últimos días y de las largas horas de espera. Una de las más afectadas era la madre de la soldado, apenas podía caminar, que accedió al tanatorio en el que se instaló la capilla ardiente a las 10.00 horas, del brazo del novio de Idoia, sobre cuyo féretro se encuentra una bandera de España que deja al descubierto la cara de la soldado. Vocación militar Familiares y amigos destacaron precisamente su vocación militar, al igual que su calidad humana. Darío Pena, uno de sus primos, aseguró que la joven tenía planes de futuro, entre los que se encontraban casarse y comprar un piso en A Coruña. Por su parte, otro primo, Jacobo López, incidió en que Idoia, que había estudiado auxiliar de enfermería, siempre había manifestado su pasión por la conducción, pues manejaba el coche y el tractor ya desde que tenía doce años. Entre familiares, amigos y autoridades políticas, el goteo de personas fue constante durante todo el día en la capilla ardiente, a pesar de las intensas lluvias y las fuertes rachas de viento que se registraron en Friol durante toda la jornada. Entre los asistentes, se encontraban 30 compañeros de la Brilat. El alcalde de la localidad, Antonio Muíña, se aproximó a dar el pésame a la familia y reconoció que "isto foi un suceso moi traumático para un pobo pacífico e tranquilo como Friol", que no está habituado a atravesar este tipo de circunstancias. Asimismo, lamentó lo ocurrido y que el pueblo encabece "o ranking de mulleres soldados falecidas en España". No obstante, la presencia de políticos fue extensa. El primero en llegar a la capilla ardiente fue el subdelegado del Gobierno de Lugo, Jesús Otero, que reconoció que el padre de la militar es socialista y amigo personal desde hacía años, por lo que al sentimiento normal de una situación así, se suma "a desazón de saber que uns amigos o están pasando mal". De las filas socialistas acudieron además el portavoz de la Diputación de Lugo, Manuel Martínez, que manifestó que lo que preocupaba ahora era la situación personal de los padres de la joven, y no la militancia. En los mismos términos se expresó el conselleiro de Traballo, Ricardo Varela, que acudió a dar el pésame como miembro del Gobierno gallego y que incidió en que la pena se produce por doble motivo, pues son lugueses y además forman parte de la familia del partido. Martínez incidió además en que aunque en estas acciones exteriores siempre existen riesgos, "é triste e duro" este desenlace, "e máis cando se trata dunha moza que tiña todo o futuro por diante e que estaba a facer o que lle gustaba", cuestión en la que coincidió con las declaraciones del secretario de organización del PSOE, José Blanco. Por parte del Partido Popular acudió a la capilla ardiente, ya por la tarde, el vicepresidente del PPdeG, Xosé Manuel Barreiro, acompañado por el diputado y candidato a la alcaldía de Lugo, Joaquín García Díez. Barreiro incidió en que el objetivo de su visita era expresar, en nombre del PP, las condolencias a una familia que lo está pasando mal. Asimismo, reafirmó el compromiso del partido con el ejército y aseguró que no es momento de hacer política con este asunto. Aunque esta noche estaba previsto que se celebrase una misa en la capilla ardiente a la que, previsiblemente, sólo acudirán familiares y amigos de la fallecida, este sábado a las cinco de la tarde tendrá lugar el funeral. Para ello, el Concello está acondicionando el pabellón municipal, según manifestó el alcalde, que aseguró que el acto sería sencillo, aunque se celebrará en una superficie de 1.000 metros cuadrados con capacidad para albergar a 3.000 personas. Está previsto que acuda al funeral, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, así como representantes del Gobierno gallego y, según fuentes consultadas por AGN, todos los diputados del Partido Popular por Lugo.





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