Un nuevo avión de Salvamento permitirá detectar y seguir vertidos en la fachada galaico-cantábrica

Salvamento Marítimo dispondrá este verano, por primera vez, de un avión en propiedad que realizará labores de vigilancia en la fachada marítima galaico-cantábrica. Se trata del "Rosalía de Castro", uno de los tres CN-335 que el organismo recibió del fabricante EADS CASA en Sevilla. La aeronave está dotada con la más avanzada tecnología y destinada al patrullaje marítimo, localización de siniestros, detección de contaminación y búsqueda de náufragos. El Ministerio de Fomento prevé la construcción de un cuarto avión para la cobertura de inoperatividades de los otros tres. El aparato, que lleva el nombre de la poetisa gallega convertida en un símbolo universalmente aceptado, está en la actualidad en la fase de pruebas y se espere que comience a operar durante el segundo trimestre de este año. Los nuevos aviones permiten subsanar, según Fomento, las graves deficiencias y carencias que presentaba todo el ámbito de la seguridad marítima de España. Los CN-235 fueron expresamente probados en la realización de misiones de patrulla marítima con un tiempo de permanente en el aire superior a las nueve horas. Podrán intervenir en operaciones con un alcance de 3.706 kilómetros y un radio de acción de 1.835, con una velocidad de 473 kilómetros por hora. Están equipados con el FITS (Sistema Táctico Totalmente Ingegrado) desarrollado por EADS CASA y que es el más moderno y capaz actualmente en servicio en todo el mundo. Cuenta además con otros elementos como lanzador de marcadores, balsas y equipos de salvamento; sistema de detección por ingrarojos para facilitar la localización nocturna de náugragos, radar de búsqueda de largo alcance de entre 40 y 200 millas y sistema de identificación de buques (AIS). Detección de vertidos Pero los medios más novedosos de su equipamiento son los sistemas de detección y seguimiento de manchas, ya que España no contaba hasta el momento con ellos. Los equipos permiten la detección de vertidos ilegales tanto de día como de noche, monitorizan y calculan su espesor, lo cuantifican y transmiten esa información. Salvamento Marítimo espera desarollar a partir de ahora una vigilancia mucho más efectiva de los vertidos ilegales, conocidos como sentinazos, identificando y sancionando a los infractores. Además de los tres tripulantes que pilotarán el avión, dos técnicos especializados se encargarán de manipular los modernos equipos, los sistemas integrados y las consolas de trabajo. La mayoría de los países del entorno europeo utilizan la plataforma del avión como medio más idóneo para operaciones búsqueda y rescate de personas en el mar, en las que el avión se encarga de localizar y fijar el objetivo, guiando posteriormente al helicóptero, obteniendose el máximo aprovechamiento de las prestaciones y de la autonomía de este último.