EFE | El
presidente de la Xunta de Galicia, Núñez Feijóo, ha convertido
el congreso del PPdeG que por quinta vez le ha reelegido como líder, en
un mensaje en clave nacional, donde los populares, con su presidente,
Pablo Casado, y su antecesor, Mariano Rajoy, han exhibido unidad y éxito
como el camino que les llevará a Moncloa.
El 17º congreso del PP de Galicia ha convertido el pabellón Multiusos
Fontes do Sar en el epicentro de la vida del Partido Popular, al acoger a
todos sus barones autonómicos, a la cúpula de Génova y a sus dos
últimos líderes, que no coincidían en público desde la toma de posesión
del presidente gallego el pasado verano.
Cuatro mayorías absolutas dan muestra de la fortaleza de Feijóo, que
este fin de semana ha puesto su poder al servicio de su partido,
subiendo al escenario a la "gran selección" autonómica, la de los Díaz
Ayuso, Moreno Bonilla, López Miras o Fernández Mañueco, pero también a
la de los dirigentes territoriales que están en la oposición.
Y lo
ha hecho entre elogios explícitos al líder de su partido, alabanzas que
han viajado en todas las direcciones, incluida la de Mariano Rajoy,
respaldado por Casado pese a las acusaciones de corrupción que en los
últimos meses Luis Bárcenas y el comisario Villarejo han lanzado en su
contra. "El mejor presidente que puede tener España en este momento es Pablo
Casado, después de hacer la reflexión correspondiente lo creo y por eso
lo digo", ha dicho Feijóo.El presidente gallego ha reprochado que
quieran enfrentar a la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, "un balón de
oxígeno, de aire limpio", con Casado, y ha defendido que en el PP "caben
distintas sensibilidades y se respetan".
"No entienden que somos un partido de amplio espectro; que hay
compañeros más liberales, otros más conservadores, otros más reformistas
y otros más centristas (...) no entienden cómo estas sensibilidades se
respetan porque suponen crecer y ensanchar el partido", ha recalcado
Feijóo y ha sostenido además que el PP no es como el PSOE.Y ha
hecho una petición a los suyos: "que no nos contagie la tendencia a
convertir la política en una jungla en la que uno va de liana en liana,
sin detenerse. Dejemos a Sánchez en ello".
Ante los suyos, Casado
ha dibujado un PP imbatible que se anotará una victoria en las
elecciones generales "sean cuando sean", frente a un Pedro Sánchez,
actual gobernante y al que apenas ha querido mentar, al que, según él,
hoy "no respetan ni los suyos". Con un partido como el suyo "fuerte, unido, con principios y valores
claros, y con programas que solucionan los problemas de los españoles",
son "imbatibles", ha agregado Casado y mirando a los presentes ha
afirmado: "aquí está esta alternativa".
El presidente del PP ha
elogiado a Feijóo al señalar que su forma de hacer política es la que
España necesita, y también a Mariano Rajoy, del que ha dicho que "dejó
un país mejor del que se encontró". El expresidente lo ha agradecido
elevando el pulgar. Rajoy, preguntado sobre qué PP prefería, el de
Ayuso o el de Feijóo, ha apuntado que él es "del PP y gallego", ha
reivindicado desde el escenario a Casado como la "alternativa sensata",
al tiempo que elogiaba la seriedad y el rigor de Feijóo frente a un
populismo que crea frustración.
Una "política del sentidiño", en
palabras del portavoz nacional y alcalde de Madrid, José Luis
Martínez-Almeida, modelo para el resto de España. Los populares han prometido soluciones para la "España real", al
tiempo que han denunciado los problemas del Gobierno de Sánchez con la
organización territorial, "negociando la soberanía nacional", según
Casado en Cataluña, pero también con la pandemia, el precio de la luz,
del gas, la reforma educativa o la falta de expectativas de los jóvenes.
Y
han convertido la de Santiago en la foto de la alternativa, del
Gobierno en la sombra del PP frente a Sánchez y de los contrapesos
territoriales que buscan poner coto a las políticas del Gobierno. El
expresidente Rajoy lo ha resumido en una frase: "Si no hacen lo que hay
que hacer y no lo hacen bien pues lo haremos después nosotros".