MADRID | El
inminente desembarco en el Senado del líder del Partido Popular (PP), Núñez
Feijóo, le va a permitir participar en la vida parlamentaria, pero
tendrá que hacerlo desde una cámara cuya actividad suele verse eclipsada
por el Congreso salvo en los plenos de control, donde el nuevo senador
sí tendrá su oportunidad para enfrentarse a Pedro Sánchez en siete
minutos, sus minutos de oro.
En la Cámara Alta, el Gobierno responde a preguntas orales en sus dos
sesiones plenarias mensuales, y en una de ellas el jefe del Ejecutivo
contesta a tres senadores, uno de los cuales siempre es el portavoz del
grupo popular, Javier Maroto. Es esa posibilidad la que quiere aprovechar Feijóo para participar,
en lugar de Maroto, en los que serían sus únicos "cara a cara" con
Sánchez, excluida la posibilidad de que pueda intervenir en los plenos
del Congreso, a los que sin embargo sí podrá asistir. Se trata de una ventana que tiene sus pros y sus contras.
Por
lo pronto, el formato es distinto al del Congreso, con más tiempo para
preguntar al presidente, que también dispone de más minutos para
contestar.Son siete minutos para cada uno a repartir entre el turno de formulación de la pregunta y el de réplica. Este tiempo permite al orador explayarse con más comodidad al
argumentar su pregunta, pero también deja más margen al presidente
porque es quien cierra el debate con su réplica final, lo cual puede
beneficiarle, al menos teóricamente.
Por ello es importante el
modo en que el nuevo senador Feijóo aborde su pregunta mensual en el
Senado, a medias entre los veloces interrogatorios del control del
Congreso y las más extensas interpelaciones a los miembros del Gobierno
que también se ventilan en estas sesiones. El otro contratiempo que puede encontrarse Feijóo a la hora de
enfrentarse a Pedro Sánchez es que la presencia mensual del jefe del
Ejecutivo no está ni mucho menos garantizada.
Solo existe su
compromiso de asistir una vez al mes, pero siempre que su agenda se lo
permita, lo que hace que falle en más de una ocasión. De hecho,
así va a suceder en el pleno de control del próximo martes, al que en
teoría el presidente tendría que asistir porque no lo hizo en el
anterior del mes de mayo; pero ese día estará en el foro económico de
Davos, lo cual le impedirá acudir al Senado al control del martes y al
del miércoles en el Congreso.
Es decir, que mayo pasará sin que
Pedro Sánchez haya respondido a los senadores en la Cámara Alta, y no es
el único mes en que esto sucede desde que ocupa la jefatura del
Gobierno. Se trata de una circunstancia denunciada reiteradamente por el PP,
que siempre recibe del grupo socialista la misma contestación: Sánchez
no solo acude al Senado siempre que puede, sino que además lo hace mucho
más que su antecesor, Mariano Rajoy.
En todo caso, al no existir
una regulación específica reglamentaria sobre la asistencia del
presidente del Gobierno a las sesiones de control, la polémica sobre si
lo hace mucho o poco se queda en el debate político, y Alberto Núñez
Feijóo llegará al Senado a expensas de cómo Sánchez gestione su
presencia en esta Cámara.Por lo pronto, una vez que el martes
próximo sea designado senador autonómico por el Parlamento de Galicia,
solo le faltará acatar la Constitución para adquirir la condición plena
de senador.
Lo puede hacer presencialmente, ante el pleno, o incluso mediante
acta notarial, de manera que podría acatar al día siguiente, el
miércoles 25, al inicio de la sesión plenaria, o más adelante. El
siguiente pleno no se celebrará ante el 7 de junio, fecha que podría
suponer su estreno con Pedro Sánchez -aún no confirmado- si el
presidente acude a esa sesión de control; en caso contrario, todavía
tendría otra ocasión, el día 21, antes de las vacaciones parlamentarias,
para su esperado "cara a cara" con el presidente. EFE