MADRID | La
puerta de la democracia se reabrió hace hoy 45 años con las primeras
elecciones libres de 1977, cuando los españoles tuvieron que aprender a
votar tras una dictadura franquista que no reconocía las urnas, y dieron
paso a la entrada del Partido Comunista, de formaciones de izquierdas,
derechas y también nacionalistas.
Un miércoles 15 de junio de 1977, día de sol como hoy pero con una
temperatura algo más baja -que rozaba los 30 grados en algunas ciudades
andaluzas-, los españoles mayores de 21 años acudían a votar en masa y
hacían cola ante los colegios electorales para estrenar papeletas
electorales: blancas para el Congreso y sepias para el Senado.
La prensa y la televisión del momento se afanaron en enseñar cómo
había que votar y cuál era el procedimiento; dónde encontrar las listas
del censo que marcaban las mesas electorales a las que había que acudir y
dónde se situaban las cabinas con cortinas para introducir el voto en
el sobre sin ser visto.Y
es que por primera vez desde tiempos de la II República los españoles
podían votar a más de una decena de partidos de todos los colores
políticos.
Las formaciones iban desde la coalición de democristianos, liberales y
reformistas de UCD (procedentes del franquismo), liderados por quien
sería luego el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, hasta el PCE de
Santiago Carrillo, el PSOE de Felipe González o los nacionalistas del
PNV, ERC y Euskadiko Ezquerra, pasando a su vez por los conservadores de
Alianza Popular dirigidos por Manuel Fraga.Una hornada de
políticos que desempeñaría un papel crucial en la Transición y que abrió
el camino a las formaciones vascas y catalanas con el peso en Madrid de
figuras como Jordi Pujol, Miquel Roca, Xabier Arzalluz o Juan de
Ajuriaguerra.
Nacionalismos de hace 45 años que en la actualidad han dado un paso
más con los partidos regionalistas, hoy presentes en el hemiciclo del
Congreso con al menos siete formaciones distintas (Foro Asturias, PRC,
Teruel Existe, BNG, Compromís o Coalición Canaria y Nueva Canarias).
El
día amanecía con titulares a toda plana: "El poder vuelve al pueblo",
de Diario 16; "El pueblo español decide hoy su futuro", en El País o
"España elige hoy su futuro", en ABC, mientras que en los 40 principales
sonaba el número uno, abanderado por Miguel Bosé con su mítica canción
"Linda".
La jornada, aunque laboral frente a los actuales domingos
electorales, se vistió de fiesta y los trabajadores que disponían de
cuatro horas para acudir a votar ejercieron su derecho sin dudarlo.Casi
el 79 % del censo electoral -más de 18 millones de los 23,5 millones de
españoles- ejerció el sufragio universal, que nació en 1810 cuando por
primera vez votaban todos los hombres mayores de 25 años.
Tras 21
días de campaña electoral y dos días de recuento, estos comicios
abrieron la primera Legislatura Constituyente de las Cortes Generales
que recuperó el sistema bicameral, ya que el Senado había sido suprimido
en 1923. Se eligieron a 350 diputados y a 207 senadores. El rey
Juan Carlos se reservó el derecho de designar a 41 senadores y entre
estos parlamentarios 'reales' estaban Torcuato Fernández-Miranda,
Landelino Lavilla, Rodolfo Martín Villa, Camilo José Cela o el nieto del
general José Antonio Primo de Rivera, Miguel Primo de Rivera y Urquijo.
Las
elecciones derivaron en el Congreso en 165 escaños para Adolfo Suárez
de UCD y con la sorpresa de los 118 escaños del PSOE de Felipe González. El
Partido Comunista obtuvo 20 diputados; Alianza Popular 16; el Partido
Democrátic per Catalunya (PDC) 11; ERC 8; la UDC (Unió) logró 2 escaños;
PNV 2; y Euskadiko Ezkerra-Izquierda de Euskadi y la Candidatura
Independiente del Centro de Castellón, 1 y 2 diputados, respectivamente.
En
aquel momento, solo había 21 mujeres diputadas y seis senadoras después
de que en 1931 con la II República se permitiera por primera vez el
voto femenino. 45 años después ya son 150 las mujeres con escaño en la
Cámara Baja y 102 en la Cámara Alta. El llamamiento a la concordia
y al encuentro político sigue vigente después de que la presidencia del
Congreso de aquel año con Fernando Álvarez de Miranda a la cabeza
pidiera "tras un paréntesis de cerca de cuarenta años", discordar desde
el respeto para "alejar definitivamente el fantasma del terror y el
drama de la violencia como medio de resolver esas legítimas
diferencias".
Y es que aunque 1977 fue el año en el que se votaba
en libertad por primera vez también arrancó con el terror político, con
la matanza de los abogados laboralistas de Atocha a manos de la extrema
derecha. EFE