LAS PALMAS DE GRAN CANARIA | Este lunes se cumple un año de la erupción del volcán de la isla canaria de La Palma, un fenómeno geológico de tal envergadura que ha obligado a movilizar un volumen de recursos públicos y a una velocidad sin precedentes en la historia de los desastres naturales en España.
En el primer aniversario del estallido del volcán, casi 200 afectados siguen viviendo en hoteles porque no tienen otro lugar donde alojarse y los sectores que mueven la economía palmera (principalmente la agricultura y el turismo) aún debaten cómo podrán recuperarse.
Duración
85 días y ocho horas de erupción, del 19 de septiembre al 13 de diciembre de 2021, la más larga de cuantas ha sufrido la isla desde el siglo XV y la tercera en la historia de Canarias, tras la de Timanfaya, en Lanzarote (2.055 días, entre 1730 y 1736), y el volcán submarino Tagoro, en El Hierro (147 días, ente 2011 y 212).
Volumen emitido
El volcán expulsó 217 millones de metros cúbicos de materiales, según la última cartografía en 3D realizada por el Instituto Nacional de Vulcanología de Italia y su homólogo canario, Involcán, sin contar el material depositado bajo el mar en los dos deltas que formó la lava en la costa de Tazacorte.
Es decir, emitió tanto material como los seis que le precedieron en la historia de La Palma juntos, a un promedio de 27 metros cúbicos por segundo (m3/s), tasa que en algunos días se acercó a los 60 m3/s. Si esos 217 millones de m3 fueran de agua, bastarían para llegar todos los embalses de provincias como Álava, Castellón, La Rioja o Teruel.
El cono
El cono ocupa una superficie de 0,6 Km2 (60 hectáreas), sobre la que se depositaron 36,5 millones de metros cúbicos de materiales, que levantaron una montaña de 187 metros de altura en lo que hasta entonces era una hondonada de la ladera oeste de Cumbre Vieja. La cumbre del volcán está situada a 1.121 metros de altitud.
Las coladas
Cubrieron de lava 11,8 Km2 (1.180 hectáreas), el 1,69 % de la superficie de la isla. Esa tremenda losa de roca fundida que se va enfriando lentamente desde los 1.140 grados que llegó a alcanzar abarca seis kilómetros desde el cono hasta la costa, con unos tres kilómetros de anchura máxima, y tiene una extensión que casi bastaría para sepultar la ciudad de Melilla (12,3 Km2).
La forman 177,6 millones de metros cúbicos de materiales, cuyo espesor medio rebasa los 15 metros, pero que en algunos puntos alcanza los 65 metros, suficientes para tapar por completo estadios como el Camp Nou (48 m) o el Santiago Bernabéu (45 m).
Los deltas
A su llegada al mar, la lava formó dos deltas en la costa de Tazacorte que suman 48 hectáreas de superficie, es el terreno más joven de España. En el mayor, de 43,4 hectáreas, cabe el Estado Vaticano entero. Debajo está una de las playas más cotizadas para los amantes del surf en Canarias, Los Guirres, que ha pasado a la historia, pero el mar ya ha formado en ellos otros pequeños arenales aún vírgenes y la vida comienza a colonizar las rocas sumergidas.
El destrozo
En total, más de 7.000 fueron personas evacuadas de sus casas, buena parte de ellas al menos durante los tres meses que duró la erupción. Representa el 8,2 % de la población de La Palma. Además, 2.329 personas residían en el perímetro cubierto por la lava o la ceniza, el 7,1 % del censo de los tres municipios que atraviesan las coladas, El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte.
Los datos oficiales apuntan a que 1.676 edificaciones fueron destruidas o dañadas por las coladas, entre ellas 1.345 viviendas, 180 cuartos de aperos agrícolas, 75 edificios industriales, 44 instalaciones de ocio y hostelería y 16 inmuebles de uso público, como colegios o iglesias, entre otros. Barrios enteros, como Todoque, ya no existen y otros, como La Laguna, tienen ríos de roca en mitad de sus calles.
Asimismo, 73,8 kilómetros de carreteras y vías urbanas fueron sepultadas, la gran mayoría (65 %) en un Los Llanos de Aridane. También se vieron afectadas 370 hectáreas de cultivo afectadas, entre ellas 228 de plátano, 68 de viñas y 27 de aguacate. Se calcula que el destrozo supuso 982 millones de euros en daños de todo tipo, a bienes públicos y privados, según la estimación del Gobierno de Canarias.
La reconstrucción
El monto destinado a ayudas para La Palma asciende a 565,54 millones de euros ya entregadas por el Gobierno central con la colaboración del Ejecutivo canario, con 7.091 expedientes de iniciados a instancias de los damnificados, el 96 % ya firmados.
El Gobierno canario compró 139 viviendas y casas modulares para ponerlas a disposición de quienes perdieron su hogar, y concedió 488 ayudas para el pago de alquileres. De los 13,64 millones de euros recibidos por el Cabildo de La Palma en donaciones públicas y privadas para los afectados. 7,22 millones se han entregado a 2.941 familias que perdieron su casa o no pueden habitarla (en cantidades que dependen del número de miembros) y 6,34 millones distribuidas entre 634 familias a razón de 10.000 euros cada una.
El Cabildo ha cubierto 420.000 euros con fondos propios. Cerca de 200 personas siguen viviendo en hoteles un año después, más de la mitad de ellas (108) vecinos de Puerto Naos y La Bombilla, los dos núcleos desalojados por las altas concentraciones de CO2 y otros gases volcánicos, a niveles que pueden resultar letales.
A ellos se suma una cifra no determinada de personas que residen con familiares o en otro tipo de alojamientos, como caravanas. Además, 93 niños han perdido su colegio de siempre: 44 son alumnos de dos centros que desaparecieron bajo la lava (los CEIP Todo que y Los Campitos) y los 49 del que ha quedado inutilizado en Puerto Naos (CEIP María Milagros Acosta).
Están agrupados en un centro provisional en Los Llanos de Aridane. El precio de la vivienda se ha disparado como consecuencia de todos los inmuebles perdidos y del impacto de la gran cantidad de afectados que busca un alquiler o una compra al mismo tiempo. No hay datos oficiales, pero portales como Idealista.com estiman que los precios de compra han subido en el último año un 21,4 % en Los Llanos de Aridane, un 20,1 % en Tazacorte y un 24,7 % en la capital de la isla, Santa Cruz.
Es el cuádruple de lo que han subido en el conjunto de Canarias, según la misma fuente (5,7 %). Y los alquileres también notan esa misma presión. Unas 4.000 camas turísticas están fuera del mercado debido a las restricciones de seguridad por la presencia de gases en Puerto Naos, aunque los inmuebles donde se encuentran no sufrieran daños físicos. ç
A La Palma le quedan como resultado unas 11.000 camas operativas. Cientos de propietarios no saben si podrán recuperar las fincas y las casas que quedaron bajo la lava. Esos suelos siendo suyos, pero cómo llegar a ellos, qué uso podrán darles y para qué servirán son cuestiones que aún emergen en toda reunión de afectados. EFE