EFE | La pérdida de empleos y de horas de trabajo en muchas familias en el año
de la pandemia o el cierre de las escuelas han contribuido a la
extensión del trabajo infantil, que atrapa a 160 millones de niños en el
mundo, una cifra que aleja el objetivo de erradicarlo en 2025. En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, las entidades sociales
plantean la necesidad y urgencia de actuar para poner en marcha medidas
que corrijan las debilidades identificadas en la protección de los niños
y superen el estancamiento que por primera vez en 20 años se ha
producido en esta meta que debía conseguirse en cuatro años.
Los mayores niveles de pobreza
instalados en muchas familias por la covid han favorecido el aumento del
trabajo infantil y, en particular, del trabajo infantil peligroso,
especialmente en América Latina y El Caribe, alerta la ONU. Para
el secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago, no hay
darse por vencido en ese objetivo y opina que la decisión de Naciones
Unidas de declarar 2021 Año Internacional para la Eliminación del
Trabajo Infantil es "una buena noticia y una oportunidad" para renovar los compromisos y alianzas para acabar con esta situación.
"A
cuatro años de alcanzar esa meta de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible es necesario implementar actuaciones y medidas urgentes, si
no va ser muy difícil conseguirlo", considera Santiago.
Crece entre los niños de 5 y 11 años
El trabajo infantil ha aumentado por primera vez en 20 años y la pandemia amenaza con abocar el trabajo infantil a nueve millones más de niños para 2022,
advierte Naciones Unidas. Para erradicarlo en 2025, el progreso global
tendría que ser casi 18 veces más rápido que en las últimas dos décadas.
Según el informe de Unicef y de
la Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentado esta semana
los mayores aumentos de casos se registran entre niños de 5 a 11 años
-16,8 millones más que en 2016- y suponen más de la mitad de la cifra
total de menores. "También ha
subido el número de quienes realizan trabajos peligrosos, que ha pasado
de 72,5 a 79 millones, aumentado en 6,5 millones", destaca el director
de la Oficina de la OIT para España, Joaquín Nieto.
Por sectores, el 70
por ciento de los niños trabajan en tareas agrícolas, el 20 % en
servicios y el 10 % industrial. Si
no se toman las medidas adecuadas de forma acelerada, dentro de cuatro
años habrá unos 140 millones de niños trabajando, teniendo en cuenta la
velocidad de los cambios entre 2008 y 2016, vaticina.
En España, no es un problema muy grave
"En
España es una situación casi inexistente, pero debemos estar atentos
para evitar que sobre todo el marco creado de políticas migratorias
incapaces de abordar integral y debidamente esta realidad, haga que este
problema comience a extenderse", ha alertado el responsable de la
Agenda 2030.
En relación con la llegada de niños migrantes que están solos, Santiago ha destacado que "la
trata y la explotación de menores en sus distintas facetas en países
europeos están muy vinculados a problemas de regulación de las políticas
migratorias".
ONG piden pasar de las palabras a los hechos
La
cooperación española es esencial en la batalla contra el trabajo
infantil, pero es urgente el incremento de la Ayuda Oficial al
Desarrollo y garantizar un presupuesto a acciones dirigidas a la
erradicación del trabajo infantil, señalan las entidades sociales. "Hay que pasar de las palabras a los hechos", opina
Javier Ruíz Gaitán, del Grupo Infancia y Cooperación de la Coordinadora
de ONGD y la Plataforma de Infancia, y para ello también es necesario
contar con leyes que garanticen la responsabilidad de las empresas en
nuestro país y fuera de nuestras fronteras.
"La fecha 2025 es muy cercana y la tendencia no es favorable de alcanzar los objetivos que nos habíamos fijado, y
si añadimos el impacto de la pandemia tenemos un panorama
verdaderamente complicado por delante", argumenta el presidente de
Unicef España, Gustavo Suárez Pertierra.
Considera
que la llave para acabar con el trabajo infantil es resolver la pobreza
de las familias, "que tienen la necesidad de incorporar a los niños
porque aportan y para reducir estos riesgos hay que poner medidas de
apoyo a esos hogares vulnerables, con prestaciones por hijo a cargo, con
el Ingreso Mínimo Vital o de carácter fiscal".